¿A quién o para qué el ‘islam moderado’?

Perspectiva Global 22

Prof. Dr. Kudret BÜLBÜL*

De vez en cuando algunos círculos y los servicios de inteligencia de ciertos países pueden esforzarse determinar la agenda con disputas falsas para invertir la realidad. No obstante, la historia nos muestra que ‘no puedes ocultar la verdad’ y la agenda real aparece sardónicamente cuando llegue el día.

Uno de los ejemplos concretos que se pueden dar en esta situación es los debates de “islam moderado”. Los desarrollos en el período inmediato en el Occidente se gestan a riesgos horribles para el Occidente y la humanidad mientras que se argumentan siempre debates de “islam moderado”. Antes de la Segunda Guerra Mundial, el Occidenta debatió el judaísmo al no ver la amenaza para sí mismo y la humanidad. Y ahora debate el “islam moderado” descartando el neo-nazismo y el neo-fascismo. Unos 300 franceses firman un comunicado para que se remuevan algunos versos del Corán por la excusa de que estimulan el antisemitismo y la violencia, que de hecho son una enfermedad del Occidente. Pero, los mismos intelectuales se quedaron callados que Israel martirizó e hirió a decenas de civiles y disparó directamente a los civiles palestinos, que reaccionaron el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén, como si hiciera un genocidio rechazando el derecho, la comunidad internacional y la voluntad de la humanidad. Pero, ¿puede haber una violencia, racismo, xenofobia e islamofobia más grande que todos estos?

Si el islam moderado significa luchar contra las organizaciones que recurren al terrorismo en nombre de la religión, y que recurren a cada tipo del terrorismo rechazando un límite humanitario, moral, voluntario e islámico en la geografía donde viven, ninguna persona sensible puede oponerse a este tipo de lucha. Pero debe denominarse esta necesidad como lucha antiterrorista en lugar de necesidad moderada islámica. El terrorismo siempre es terrorismo sea lo que sea su nombre. Debe hacer correcta la conceptualización. Sin embargo, las acciones terroristas originadas de cristianismo emergente en los últimos períodos no se discuten como “cristianismo moderado”. Tampoco la violencia y el terrorismo impuestos por Israel desde hace decenas de años contra los palestinos, las resoluciones de las Naciones Unidas y la voluntad humanitaria se consideran en el contexto de la necesidad que se siente al “judaísmo moderado”.

Tomando en consideración la aplicación, lo que se dice con la expresión de “islam moderado” no es oponerse al terrorismo. Si el objetivo es sentenciar al terrorismo, no es difícil adoptar una actitud común contra el terrorismo de las religiones, ideologías o búsquedas imperialistas.

Teniendo en cuenta qué tipo de postura muestran o a quienes apoyan los países o centros de inteligencia, la expresión de “islam moderado” se utiliza como una herramienta de ensombrecer los intereses imperialistas, robar los recursos superestructurales e infraestructurales de los países inocentes y de ocultar la ocupación, las masacres y brutalidades y el exilio. Mientras que los países imperialistas hacen lo que quieren en el Oriente Medio para sus propios intereses, las ideologías y las personas de esta geografía vuelven a mostrarse como culpables.

Sin duda se deben evaluar los problemas derivados de las personales de esa geografía y por qué permiten la explotación. Pero, se deben revelar también las búsquedas imperialistas sobre ellas.

Teniendo en cuanto la red de relaciones de las organizaciones terroristas como FETÖ, DAESH, PKK y PYD y las armas que tienen, revelan que estas organizaciones trabajan conjuntamente con ciertas organizaciones de inteligencia occidentales.

Ciertos países occidentales nunca dejan trabajar juntos con los gobiernos opresivos en los países musulmanes de manera de que sus propios pueblos no lo aprueban. Muchos países occidentales no apoyan ningún desarrollo democrático en el Oriente Medio, excepto Israel. No tienen ningún problema con el Gobierno de Egipto que hace decenas de masacres en su país. Y se llevan bien con algunas monarquías que mantienen su poder contra sus pueblos. En este marco se elogian algunos países como “ya las mujeres pueden conducir” mientras que se critican duramente contra Turquía que realizó sus primeras elecciones en 1876 cuya historia de democracia es más vieja que muchos países occidentales, y que concedió el derecho a elegirse a las mujeres en 1934 mucho antes que muchos países occidentales.

Cuando se consideran las políticas sobre Oriente Medio de ciertos países occidentales, se forma una percepción de que se quieren partes marginales, racistas que luchan contra su país en lugar de las tendencias básicas que tienen experiencia de civilización a lo largo de muchos años y que tiene relaciones buenas con su pueblo, historia y geografía en el Oriente Medio. A veces por esa razón, como ocurren en las monarquías de Egipto y algunos países del Golfo, por un lado, se bendicen individuos y regímenes que mantienen su mandato pese al pueblo, por otro lado, se intenta maldecir el régimen y el individuo democrático en paz con su pueblo como Turquía y Recep Tayyip Erdogan.

Cuando se ven estas posturas de ciertos países y centros occidentales, lo que entienden y esperan del islam moderado es un entendimiento brutal, pero moderado según ellos. Los gobiernos, que se quedan callados contra los objetivos imperialistas y operaciones occidentales en su país y región, son “moderados”, pero los individuos y regímenes, que se lo resisten, son “dictadores” … En resumen, son “moderados” para algunos centros occidentales y “brutales y traidores” para las personas y musulmanes de su país.

Algunos centros internacionales pueden considerar “más ventajoso” apoyar a las organizaciones terroristas recién aparecidas y los gobiernos considerados ilegales por su pueblo en el Oriente Medio. De hecho, lo que es correcto y ventajoso para las partes liberacionistas y pluralistas en el Occidente, los pueblos en el Oriente Medio y para todo el mundo son los gobiernos y los métodos democráticos, pluralistas y liberacionistas que tienen una tradición arraigada. Es incorrecto el esfuerzo de destruir los países y acciones que tienen una experiencia de civilización arraigada a través de las acciones terroristas recién aparecidas, que no tienen una tradición de civilización y que se apoya muchas veces por algunos centros occidentales. Si se considera así, hay muchas contribuciones importantes de Turquía, que tiene una experiencia de hacer convivir dentro de la paz con la “pax ottomana” durante muchos siglos las facciones que combaten en los Balcanes y el Oriente Medio.

Prof. Dr. Kudret BÜLBÜL, decano de la Facultad de las Ciencias Políticas de la Universidad de Yıldırım Beyazıt en Ankara