Al-Ghazali y búsqueda de información en el mundo moderno

Artículo del portavoz y el vicesecretario general de Presidencia el señor Ibrahim Kalın, publicado en Daily Sabah el 4 de febrero de 2017

Es importante captar bien los conceptos principales y ponerlos a su lugar exacto en un tiempo cuando es más fácil mezclar la información y datos y olvidar el sentido de la sabiduría. En nuestra búsqueda de información real en el mundo moderno, Al-Ghazali es uno de los sabios musulmanes más pioneros a quien podemos girar nuestras caras por una sabiduría de esta manera.

El motivo de surgir Al-Ghazali entre otros sus contemporáneos se origina que fue un filósofo quien probó otros métodos diferentes, estudió las ciencias tradicionales y llegó al acuerdo con las cuestiones más importantes de derecho religioso, teología, filosofía y la metafísica. Al-Ghazali en su obra autobiográfica ‘El Camino Hacia la Realidad / Desde la Significación Hasta el Camino Correcto’ (al-Munqidh Min al-Dalal), cuenta la historia de su viaje propio como el demandante de realdad dedicado y advierte a todos los demandantes de realdad y virtud para que tengan cuidado a fin de no perder sus caminos.

Al-Ghazali, enriqueció la comunidad de los sabios espirituales con sus propias contribuciones permanente y vivió en el mundo espiritual de Corán y la tradición. La habilidad de Al-Ghazali para unificar los campos diferentes de la información, en solitario es la prueba del clima intelectual-espiritual que le permitió que se hiciera como un filósofo y sabio además de su talento personal.  Al-Ghazali fue cultivado en un ambiente cultural y educativo cuando la información se calificaba como la virtud más suprema y se califican de una corona los que tienen esa información. Sin duda que esta situación se origina de la importancia atribuida por el Corán. 

El Corán utiliza la palabra de información y sus variaciones en más de 750 lugares. La información puede indicar las historias de los profetas, los versículos, los conceptos humanos o la vida natural. Casi en todas las situaciones la información se atribuye a una cosa más amplia y más real, más allá de los datos. Sirve como una ‘señal’ (versículo) esperada para que los inteligentes solucionen su sentido, no solo se enfoca en ampliar la percepción del mundo donde vivimos por una persona sino que le deposita el sentimiento de dirección espiritual y una responsabilidad moral. La información real le lleva a una persona a la creencia y la virtud porque toda la información es una atribución al recurso de todos. 

Una persona sin saber el origen de este recurso no puede obtener completamente y realmente la información de cosas. Como dice Ariosto no puedes saber el resultado sin saber el motivo. Por ser el Dios el motivo de los motivos y el recurso de todas las consecuencias, toda la información real de manera inseparable depende de su información como el creador. Por este motivo el Corán correlaciona fuertemente la información, la creencia y la virtud. 

De esta manera la información no es solamente se compone de un ‘ejercicio mental’. No solo se compone de ser lector. No es un aparato para manipular la vida natural. En realidad la información real es un proceso de transformación existencial y una actividad de interesarse en la realidad de la cosas. La información cambia su receptor y lo madura. La persona no puede quedarse indiferente en la fuerza transformativa de la información y la misma de etsa manera es muy personal. Una información real no solamente no da una sabiduría sino que nos traslada a una vida lleno de satisfacción espiritual y virtud.

Al-Ghazali es uno de los puntos más superiores de esta información, la sabiduría y la síntesis de virtud. En muchas obras suyas como  “İhya-u Ulumi'd-din”, “el-Müstaśfâ”, “El İktisad fi'l İtikad”, “Mişkatü’l Envar” y “Tehafütü'l Felasife,” Al Ghazali nos mostró la unión real de la información ofrecida y informada a nosotros. La información real tanto nos muestra la realidad visual de las cosas como nos invita para que utilicemos esta información. Así lo parece que podéis saber todos sobre el mar y el viento y así es la información principal, al revés no podéis sobrevivir ni en el tormento no podéis navegar. Pero tener esta información no es suficiente, hay que tener la sabiduría que es separar el correcto del erróneo y actuar moralmente.

Al-Ghazali en este concepto lleva una firmeza, reserva un lugar especial en el prólogo de su obra maestral sobre la razón – Miyar-ul Ilim – y a la importancia de obtener la información, la sabiduría y la virtud. Agradece al Dios por conceder al humano la inteligencia y la mene para dividir la realidad de la mentira. Condena la información obtenida por los sentidos que se basan en las estimaciones o supuestos además de la negligencia. Advierte a sus lectores en contra de los peligros de la duda sin base. A ellos intenta mostrar los métodos para obtener un aspecto concreto en la información. Al Ghazali elogia la mente y la inteligencia considerdos como los instrumentos principales de la información real y la sabiduría, otros pueden asumirle como racionalista. Pero a pesar de elogiar la mente como un regalo del Dios dado al humano además de crearlos, Al-Ghazali no es un racionalista. Al Ghazali de una manera pone la inteligencia en el lugar exacto en la pintura mayor.

Obtener la información real es una labor seria, necesita el sacrificio intelectual y espiritual además de fidelidad. Pero de esta manera puede progresar de los datos a la información, de la información a la sabiduría, de la sabiduría al ser virtuoso. Recordarlo es más importante en aquel tiempo cuando consideramos que tenemos todos los datos en las pantallas de los ordenadores de manera arrogante. Esta pantalla del ordenador sea cuanto colorido sea o sea concreto, no puede darnos la información, la sabiduría o la virtud. Una persona debe saber a dónde debe mirar.