El mundo se dividió en dos tras la Segunda Guerra Mundial

Con el término de la Segunda Guerra Mundial, el mundo se dividió en dos, se separó en dos bloques como “Este” y “Oeste”.

En la Segunda Guerra Mundial, los líderes de los Países Aliados llamados “Los Tres Grandes” Winston Churchill, Franklin D. Roosvelt y Josef Stalin. Entre el 4 de febrero de 1945 y el 11 de febrero de 1945 se reunieron en el Palacio Livadia encontrado en la ciudad Yalta de la Unión Soviética. Sobre todo Alemania, el mundo se dividió. Y se tomó otra decisión que en aquellos días no llamó tanto la atención: La autoridad de veto en la ONU también se tomó en esta conferencia.

Después, el mundo, según el requerimiento de las decisiones tomadas, continuó la política como dos bloques. El Bloque del Este mientras se administró con los regimenes comunistas, halló lugar en la vida de la humanidad como un régimen burocrático duro que impide la economía del mercado bajo la administración de único partido. El Bloque del Oeste decidió continuar su existencia con un sistema e el que está la competencia liberal en todos los campos de la vida desde la política hasta la economía, desde el pensamiento hasta la agricultura donde está soberana la economía del mercado.

La Segunda Guerra Mundial, cuando miramos las condiciones de aquel día, fue una bifurcación de los caminos para la humanidad. Todavía se discute el asunto si en esta bifurcación del camino el mundo hizo la preferencia correcta o errónea. En Yalta, sin que se enteren los países y aun del mundo, los tres países fuertes parcelaron el mundo, dibujaron el destinto de los estados y mil millones de humanos según su punto de vista, cambiaron los mapas y originaron las inmigraciones en masas y los desastres sociológicos. Para legitimizar estos delitos que cometieron, se les dieron a si mismos, o sea a los cinco países, la autoridad de vincular a la decisión los rechazos que se harán en el seno de la ONU.

A pesar de que la bifurcación de caminos en Yalta fue de tiempo muy corto, trajo una tranquilidad relativa al mundo. Pero, desafortunadamente, tras 15 años de esta reunión, la humanidad conoció con una violencia nueva: El terror ideológico. Esta onda de terror que se extiende del país a país, desde el año 1960 hasta hoy se convirtió en el problema más grande de la humanidad.

Las guerras en masas por motivo de las actividades terroristas llegaron hasta los genocidios. El último ejemplo de esto se vivió en Liberia, Irak, Siria, Libia y Yemen.  Millones de humanos se hicieron victimas del espiral del terror. Desde America Latina hasta el corazón de Europa, el terror mató a los humanos de cada raza, clase, ideología y grupo de profesión. Los reyes, presidentes, primeros ministros y generales en los rangos más altos del estado también se enfrentaron con el terrorismo.

El deseo de ocupar de Rusia Soviética a su alrededor con la fuerza de arma, aseguró hoy el nacimiento de las organizaciones terrorista como DAESH y Boko Haram. Claro Rusia Soviética no originó este nacimiento a solas. El socio más grande de Rusia fueron los pioneros del Bloque del Occidente, su opuesto absoluto.

Las fuerzas súper, sobre todo la Invasión de Bahía de Cochino, mantuvieron la guerra subsidiaria a través de las organizaciones terroristas en Vietnam, Camboya, Nicaragua, Afganistán, Italia, Japón y aún en las de Turquía y llegó el día, el terror mostró a si mismo en el corazón de los que mantuvieron estas guerras subsidiarias, como Nueva York, Oklahoma, Londres, Berlín y Paris.

El espiral del terror, producto de la guerra subsidiaria, como si tuviera como rehén al bloque del Oeste que todavía mantiene su existencia a través de la OTAN. Además de las bombas estalladas en las ciudades del Occidente y las armas, decenas de miles de jóvenes occidentales, en los países como Irak, Siria, Yemen, Libia y Nigeria realiza actividades terroristas y pierden sus vidas. Por ejemplo en Siria, cada mes, decenas de europeos, americanos y australianos terroristas mueren mientras las actividades terroristas y los combates. Centenares de miles de madres occidentales derraman lágrimas para sus hijos que perdieron su vida en las tierras que no conocen y más allá de decenas de miles de kilómetros. Claro, tenemos que señalar esta cifra con millones para nuestra zona. En Siria 500 mil, en Irak y Afganistán casi dos millones de humanos perdieron la vida en los combates y centenares de miles de madres enterraron sus cuerpos junto con los cuerpos de sus hijos, esposos y queridos.

El nuevo mundo formado con la Conferencia de Malta, mientras está en una situación que cada día centenares de humanos se hacen victimas del terror, el primer ministro de un país dijo: “El mundo es más grande que los Cinco. El destino de todo el mundo no se puede dejar a manos de los cinco países en el Consejo de Seguridad de la ONU. No es justa esta estructuración en la ONU. Y esta injusticia un día golpeará a todo el mundo”. Estas palabras pertenecen al primer ministro de aquel entonces del Estado de la Republica de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Y Erdogan tras decir esto, se hizo presidente. Repitió esta frase a todo el mundo en el Salón del Consejo General de la ONU y llamó la atención a que este mecanismo injusto formado arrastra el mundo a una situación sin salida.

Desafortunadamente, el gran protector de este sistema, sobre todo EEUU, ninguno del consejo quinto, no batió una pestaña. Ninguno dijo que el sistema fundado es injusto. En realidad, la rebelión a esta injusticia mostraba a si misma en todas las reuniones internacionales de economía, medioambiente y políticas.  Las actividades de protesta en las que se representaron los que no están felices, no libres y humillados en el sistema presente se consideraron solamente como “entusiasmo de juventud” por parte de estos estados.

Se rechazó este “entusiasmo de juventud” en el Reino Unido y Europa. Pero este “entusiasmo” en EEUU tras la elección de Trump como presidente, no parece que se rechace. A pesar de que se rechaza, ya  con la definición de los turcos, en EEUU “salio gnomo de la botella”. O sea en EEUU que tiene uno de los regimenes de seguridad interior más firmes del mundo, el pueblo pudo rebelarse contra la autoridad. Si aún los ciudadanos de EEUU llegaron al punto de rebelarse contra el orden injusto, todos los políticos tienen que considerar otra vez la frase del presidente de la República de Turquía, Recep Tayyip Erdogan: “El mundo es más grande que los cinco”. Si no, mañana, puede ser muy tarde para el orden establecido de este mundo”.