El Baño Turco de Kılıç Ali Paşa, un espacio de relajación contemporáneo

El complejo, ahora totalmente renovado, data de 1578 y el famoso escritor español Cervantes trabajó en su construcción

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El Baño Turco de Kılıç Ali Paşa, un espacio de relajación contemporáneo

Los “hamams" son los populares baños turcos que alcanzaron su esplendor durante el periodo otomano como continuación de los clásicos baños romanos. Son edificios de notable arquitectura dedicados a la limpieza y la relajación del cuerpo mediante un baño de vapor.

En este programa hablaremos de un baño turco recientemente renovado en Tophane, un céntrico barrio de Estambul. Este baño turco es parte del complejo Kılıç Ali Paşa que incluye una mezquita, una madrasa, un cementerio y una gran fuente. Este conjunto de edificios fue diseñado por Mimar Sinan, el arquitecto más importante del Imperio Otomano, y construido entre 1580 y 1587. El complejo lleva el nombre de su fundador, un corsario que se convirtió en almirante otomano y cuya vida fue tan interesante que incluso Cervantes le menciona en su obra maestra Don Quijote. Cuenta la leyenda que el escritor fue un trabajador forzado en la construcción de este complejo durante sus años de esclavitud.

Este baño turco fue construido para servir a los levends, los soldados de la marina armada otomana. Una intensa renovación fue necesaria para recuperar el daño perpetrado por siglos de materiales estratificados y daños estructurales causados por filtraciones y falta de mantenimiento. Por otra parte, el peso de estos materiales provocó un asentamiento diferencial del terreno que podría ser potencialmente peligroso en caso de terremoto. El proyecto de restauración, que duró 7 años y fue llevado a cabo por Cafer Bozkurt, aplicó técnicas y artesanías usadas durante el periodo otomano y se inauguró en 2011.

La zona de entrada al baño turco es un amplio espacio de cúpula única. Esta es una de las cúpulas más grandes que se pueden encontrar en un baño turco y una de las más impresionantes de Estambul, lo que demuestra el auténtico dominio de Mimar Sinan de este tipo de estructuras. A diferencia de las cúpulas de las mezquitas, esta es minimalista y carece de adornos. La luz que entra por su claraboya es suave y se escurre a través de sus paredes curvadas, acompañando al visitante en esta experiencia sensorial altamente refinada. Este espacio único, denominado camegah, se utiliza como un área de espera antes de entrar al baño turco y a la vez como salón para descansar y refrigerarse a la salida en los divanes situados bajo el alero de la segunda planta. En este segundo piso, construido a modo de logia, se hallan los vestidores donde colocarse el pestemal (el icónico paño de algodón usado en los baños turcos).
Después de cambiarse, se accede la zona húmeda para sentarse junto a las kurnas, cuencas de mármol tradicionales. Esto ayuda al cuerpo a adaptarse al calor y la humedad del baño turco. Allí el personal vierte agua caliente sobre el cliente después de lo cual pasa a la göbek taşı, el cálido mármol hexagonal en el centro del espacio donde tumbarse y relajarse. El aspecto general del espacio renovado es lujoso y contemporáneo. La luz es proporcionada principalmente por la claraboya en la parte superior de la cúpula y un sistema de iluminación indirecta que potencia el ambiente sosegado.

Cuando llega su turno, el tellak, el experimentado masajista, exfolia las células muertas de la piel con la kese, una manopla especial para el peeling. Una vez que termina este proceso comienza el köpük: un lavado con jabón espumoso aplicado con una esponja vegetal.

El histórico edificio ha sido cuidadosamente restaurado y es un elegante espacio con ladrillos hechos a medida y adornos tradicionales diseñados y producidos específicamente para este emblemático lugar.

El interior es impecable y muy higiénico y el tratamiento también es de primera clase: el personal habla inglés y trata al cliente con el máximo respeto y dedicación.

La restauración del baño turco de Kılıç Ali Paşa ha logrado exponer una sublime pieza arquitectónica original de Mimar Sinan y ha traído de nuevo al centro de atención pública este tipo de espacios de relajación precursores de los modernos spas.

El baño turco está abierto de ocho de la mañana a once de la noche y conviene reservar con antelación ya que debido a su fama se llena rápidamente.



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