Mavlana, el fundador del misticismo de Anatolia

Rumi cree que se encontrará con su ser querido, es decir el Creador, una vez que muera, una vez que su alma abandone su cuerpo

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Mavlana, el fundador del misticismo de Anatolia

 

Mavlana Yalal ad-Din Muhammad Rumí es uno de los representantes pioneros del misticismo anatoliano. Mavlana, que es un gran maestro de la reflexión y corazón, es conocido como un personaje místico, un maestro espiritual y que posee tantos dones. Mavlana que es uno de los eruditos grandes del mundo islámico, nació según versiones, en 1207 en la ciudad de Belh que se encuentra actualmente en las tierras de Afganistán.

El origen de sus opiniones que hicieron ganar fama a Mavlana son las nociones místicas que obtuvo de los maestros fuera de las madrazas. Mavlana dio 5 importantes obras durante toda su vida. Mesnevi es conocida como su obra más importante. Aunque es un estilo poético de la literatura oriental clásica, cuando se dice Mesnevi, se recuerda “Mesnevi de Mavlana”.

Para entender a Mavlana hay que hablar de la filosofía mística un poco. En contrario, no será posible entender a ciencia cierta sus opiniones. El tema principal de las ideas y obras de Mavlana y su mensaje son Alá y el amor hacia los creados por Alá. Por lo tanto, Alá es la existencia que forma el corazón de sus ideas. En el foco de la filosofía, se encuentra la humanidad y su objetivo es “la maduración del hombre”, es decir “ayudar a que el hombre se desprenda de sus deseos mundiales y sea una persona que se canalice hacia el amor divino”.

La filosofía de Mavlana se puede resumir de la siguiente forma: comer menos, hablar menos, dormir menos, reprimir sus deseos, tolerar la tortura procedente del hombre, estar lejos de la gente mala y estar con los buenos. Según Mavlana, la felicidad del humano es posible cuando se vive una vida modesta, lejos de la suntuosidad y haciéndose amigos con personas y dar gracias al dios. La filosofía del misticismo apareció no sólo en las ideas de Mavlana, sino también en sus comportamientos. Rumi era una persona demasiada modesta. Se abstenía de las muchedumbres y se molestaba mucho cuando le besaban la mano y le mostraban respeto extremo. No se comportaba según las diferencias de las capas sociales, sino que mostraba la modestia a toda la gente de cada masa social.

Para comprender la personalidad y las ideas de Mavlana, hay que hablar de Şems-i Tebrizi quien le hizo una gran influencia intelectual. Porque cuando no se habla de ello, entonces, es posible que queden deficientes los dichos sobre Mavlana. Şemsi-i Tebrizi que cambió de repente la vida normal de Mavlana y que le inyectó un espíritu entusiástico y animado, era un sabio y un guía erudito muy inteligente. El encuentro de Şems-i Tebrizi con Mavlana es calificado como “el encuentro de dos mares (dos eruditos profundos)” según muchas personas.

Para Mavlana, que resumía su vida, con palabras: “Estaba crudo, me cocí y me quemé”, la muerte es la resurrección y la existencia verdadera. Según Mavlana, el hombre antes de su nacimiento vivía una vida libre y feliz y se hizo el cautivo de la vida física, después de haber nacido. Rumi cree que se encontrará con su ser querido, es decir el Creador, una vez que muera, una vez que su alma abandone su cuerpo. Por lo tanto, la muerte no es nada horrorosa.

Es el encuentro con Alá, que es infinito y es llegar a la vida eterna. Por ello Mavlana denomina el día de la muerte, como “el día de la boda” o “Şeb-i Arus” que significa el encuentro con el amante y les aconseja a sus amigos que no tengan tristeza después de su muerte.

Después de la muerte de Mavlana, fue fundada una secta llamada “Mevlevismo” por parte de su hijo en Anatolia. El mevlevismo se expande por Anatolia después de la fundación del estado otomano y se protege por el mismo estado. El mevlevismo era otorgado como lección obligatorias en las madrazas.

Cuando se habla de mevlevismo hay que hablar de la misa de “Sema”, que es una expresión simbólica y propia de las doctrinas de Mavlana, uno de los elementos básicos del mevlevismo. Por que el “sema” es para el mevlevismo, una vía de alcanzar al Dios, estar con él y alcanzar la realidad divina. Sema puede ser calificada como un paso más hacia el amor universal y una danza de culto que tiene características litúrgicas. Para Mavlana, no hay un sitio, tiempo o regla para Sema. Él hizo esta misa en todos los momentos cuando su cuerpo mortal sintió el amor hacia el Creador en cada célula de modo que no lo olvidara nunca.

La misa de Sema del Mevlevismo fue proclamada por parte de la UNESCO en 2005, como una obra maestra del Patrimonio Verbal e Intangible de la Humanidad.

Aunque pasaron más de 800 años después de su muerte, la luz de Mavlana Celaleddin-i Rumi, sus ideas siguen iluminando el camino del hombre de la actualidad, iluminando las almas. Sus poemas convocan a toda la humanidad independientemente del momento y lugar donde siguen existiendo. La filosofía de amor y cariño de Mavlana, desde su época hasta el tiempo presente, no sólo interesa a la gente turca, sino también a todo el mundo de diversas religiones y culturas. Mavlana influyó a muchos artisas y sigue inspirando a muchos otros, desde el poeta alemán Goethe, hasta el maestro del baile Maurice Bejart. Muchos filósofos y autores coinciden en las frases de la turcóloga francesa, İrene Melikoff: “Si las naciones del mundo hubieran traducido a su propio idioma las obras de Mavlana, no habrían existido guerras, batallas y odio en nuestro mundo”.

Mavlana decía: “Nosotros no sembramos ninguna otra semilla que el amor en esta tierra, en esta huerta limpia”. Su mensaje que pretendía asegurar la paz y armonía entre las gentes del mundo, es más valioso y más significativo que nunca para toda la humanidad en el tiempo presente. Hoy, el mensaje y las doctrinas de Mavlana, muestran a las gentes de cada religión y cada cultura, la vía de vivir en paz y armonía.


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