Confesión de la ONU acerca del sufrimiento en Birmania

El vice coordinador de Asuntos Humanos y Estados de Emergencia de la ONU, Kyung-wha Kang, transmitió a la opinión pública sus impresiones tras haber realizado estudios entre el 10 y el 14 de junio en los campamentos donde se alojan desterradas en los estados Kachin y Rajine.
Kang, que dijo que no se encontró nunca antes con condiciones tan malas que las que vio en esos campamentos, dio un brifing acerca de los acontecimientos en Rajine que cumplen ya tres años.

En el fondo del problema se hallan las aplicaciones discriminatorias del gobierno de Birmania hacia los musulmanes de Rohingya. Llamó a los autorizados a que mejoren el estatuto legal de los musulmanes y solucionen los problemas de ciudadanía.

Destacó que centenares de miles de personas en Arakan dependen de ayuda humanitaria y recordó que el personal de la ONU que coordina las ayudas, sufre de asaltos. Si el gobierno de Birmania no juzga a los responsables de estos asaltos, significa que también los empleados de la organización se encuentran bajo un gran riesgo.

Además expresó que son musulmanes el 95% de las 140.000 personas refugiadas en los campamentos en Arakan y otras zonas y agregó que es “horroroso” especialmente la situación en los campamentos donde viven los musulmanes.

Habían perdido la vida muchos musulmanes en los actos de violencia en Birmania que comenzaron en 2012 y que, de vez en cuando, se agravan. Más de 140.000 musulmanes de Rohingya, que tuvieron que abandonar sus hogares por la violencia que padecieron por parte de los budistas, están obligadas a vivir bajo condiciones extremamente primitivas.