El Papa visita Ecuador

Con su credo de justicia social llegó el Papa Francisco a tierras ecuatorianas en su segunda peregrinación por América Latina y su noveno viaje internacional que le llevara en esta ocasión durante ocho días a visitar tres países.

Con el mandatorio y su esposa a pie de escalerilla y niños indígenas con regalos de artesanía local para el pontífice no hubo honores militares. Palabras de recibimiento sí, que resumían en un titular el país que se encuentra.

Rafael Correa, presidente de Ecuador: "Nos llamamos un continente de paz, pero la insultante opulencia de unos pocos al lado de la más intolerable pobreza son también balas cotidianas en contra de la dignidad humana."

Francisco sabe ganarse al pueblo. El Papa es argentino, Dios es brasileño y el paraíso es ecuatoriano, por su belleza y su enorme riqueza cultural y ambiental, fueron sus palabras antes de a, bordo del papa móvil, volcarse en saludar a las miles de personas que salieron a su paso.

Se oían "Vivas al Papa" pero también "fuera Correa, fuera".

Las iglesias evangélicas han atraído a miles de indígena andinos desencantados por la falta de atención de la jerarquía católica. La convulsión social también está presente.

Desde hace un mes, la agitación se respira en las calles tras dos leyes tributarias finalmente retiradas por el presidente Correa. Un golpe de estado blando de la oposición, según las acusaciones del gobierno, que en opinión de los críticos pretende capitalizar la visita del Papa ante el rechazo a sus medidas de ajuste.