¿Por qué sin protección a la salud no se recuperará la economía en Latinoamérica?

La ayuda a sectores vulnerables, un control a los recursos del sistema financiero y alivios a deudas externas son alternativas propuestas por expertos para superar la crisis económica en la región en medio de la pandemia por COVID-19.

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¿Por qué sin protección a la salud no se recuperará la economía en Latinoamérica?

Alejandro Useche, profesor de la escuela de administración de la Universidad del Rosario y presidente del comité académico del Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia, afirmó que la crisis económica en América Latina debido al coronavirus (COVID-19) solo se superará si los gobiernos priorizan en este momento de pandemia la protección de la salud de sus poblaciones.

Para Useche, las medidas que buscan el aislamiento social conllevan el cierre de varios sectores de la economía, así, la inversión en el sector de la salud es el camino correcto para lograr en un plazo razonable la recuperación económica de los países latinoamericanos.

“Si nos descuidamos en este momento y se levantan las medidas de aislamiento y se permite la reactivación de muchos sectores de la economía habría un crecimiento aparente del comercio, de la demanda, de la producción, pero es posible que dentro de unos días tengamos las unidades de cuidados intensivos llenas de pacientes a punto de morir”, indicó Useche a la Agencia Anadolu.

Un escenario de colapso de los servicios de la salud en países latinoamericanos, según Useche, se traduciría en que se tendría que “echar para atrás todo lo que ya se hizo” y los gobiernos se verían enfrentados a una emergencia humanitaria con una demanda “de recursos gigantesca”.

“Eso no tiene ningún sentido y es preferible apretarnos un poco el cinturón hoy sabiendo que esto contribuye a estar mejor dentro de un corto plazo. No estamos hablando de 10 años sino de apenas unos meses”, manifestó el experto.

El analista mencionó que los países latinoamericanos deben tener una conciencia mucho más profunda sobre la importancia del control y el manejo de la salud. Criticó, a su vez, los mensajes en contra de las políticas de aislamiento que, desde los sectores del poder, durante la pandemia, se han dado en naciones como Brasil y México.

“Son países que pesan mucho en el crecimiento de la región latinoamericana. Por eso, lo primero es concientizarse sobre la importancia del aislamiento y de poner la salud primero que la recuperación de la economía”, sostuvo el profesor.

Useche, además de priorizar la salud, afirmó que la recuperación económica de los países latinoamericanos necesita de una alianza entre el sector público y el privado.

Las alianzas son necesarias para que algunos sectores puedan empezar a reactivarse de forma gradual, sin poner en riesgo la salud de la población. Para Useche, esa es una de las claves en el proceso de recuperación de la crisis de la economía en Latinoamérica que “no es una expectativa ni una previsión, sino un hecho”.

Useche mencionó que hay empresarios en la región latinoamericana que presionan a los gobiernos para que se normalice el comercio. “Es un grupo reducido que parece que no tiene conciencia de que lo primordial en este momento es la vida. Los negocios se recuperarán dentro de algún tiempo”, manifestó.

El profesor indicó que los gobiernos no deben concentrar sus apoyos en el sector financiero o las grandes compañías, sino que tienen que apoyar a las pequeñas y medianas empresas, a las personas que dependen de la economía informal y, en general, a las poblaciones más vulnerables.

“No es conveniente desde ningún punto de vista que los gobiernos dirijan sus esfuerzos a dar subsidios y apoyos financieros a grandes empresas o bancos, con el argumento de que ellos son los que generan empleo”, sostuvo el académico.

Para Useche es necesario pensar en la población con más necesidades, sobre todo, después de que la Cepal proyectara que la pandemia empujaría a la pobreza a cerca de 29 millones de personas en la región.

Mencionó, además, que los gobiernos deben vigilar al sector financiero para que cualquier ayuda que reciban se traduzca en facilidades para sus poblaciones

“Dentro de esta política es muy importante que haya unas reglas de juego claras con el sector financiero para que no se aproveche de la crisis (…) y obligarle a que exceda los límites de los riesgos que pueden correr para que flexibilicen las condiciones y sus usuarios tengan acceso a los recursos”, indicó Useche.

El experto pide que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial “le den una mano” a los países que más lo necesitan, entre los que se encuentran varios latinoamericanos; que piensen en planes de choque de rescate de estas economías.

“Necesitamos una ayuda de estos organismos. Pueden mirar las condiciones de la deuda actual porque es claro que muchos países tenemos compromisos y en este momento seguir pagando una cantidad alta de intereses nos implica renunciar a recursos, que pueden ser utilizados en salud y empleo”, aseveró Useche.

Sugirió también préstamos de emergencia en condiciones flexibles que les permitan a las naciones tener recursos para afrontar la pandemia “porque vamos a encontrar economías en muchos sectores casi destruidas”.

“Tenemos que pensar de dónde sacamos estos recursos. Incluso hay voces en el mundo que les piden a esas instituciones el perdón de las deudas de los países más pobres, que están sufriendo por esta pandemia, con lo que estoy de acuerdo”, dijo el académico.

Giovanni Reyes, investigador y profesor titular de la escuela de administración de la Universidad del Rosario de Colombia, coincide en que “no vamos a tener economía si no preservamos la salud”.

El investigador sostiene que los gobiernos deberían pensar en dos aspectos para sobrellevar la crisis. De un lado, propone el apoyo a sectores de la economía informal donde se encuentran algunas de las poblaciones más afectadas por la imposibilidad de salir a las calles.

Otro punto clave, resaltado por Reyes, es que desde los Estados se promuevan ayudas humanitarias a las personas que se han quedado con necesidades básicas en medio de la pandemia.

“Mientras duran las cuarentenas, los confinamientos y los toques de queda, hay personas que necesitan una ayuda humanitaria de emergencia porque vivían del día a día, y de los circuitos de la economía informal, en la medida que tenían microempresas y la dependencia de una rotación del inventario”, aseguró el profesor.

Reyes también les pidió a las instituciones financieras mundiales como el FMI que les permitan a los países latinoamericanos la renegociación de sus deudas.

“Los bancos privados del Club de París puedan condonar parte de las deudas de los países más débiles. Estoy pensando en el clúster más débil de América Latina que es Haití, Nicaragua, Honduras, Guatemala y, hasta cierto punto, Bolivia y Guyana”, detalló el experto.

Recomendó, a su vez, que los países hagan inyecciones “al financiamiento de la gente” más que al de la banca. “Fíjese como el Banco de la República en Colombia baja la tasa de interés, pero la banca no lo hace. Al momento de prestarle a la gente incluso los pueden subir”, detalló.

“Además, el 90% de los fondos de los bancos tienen garantías en el Estado. Entonces estas instituciones están ‘mega-turbo’ bien, pero el punto es cómo le llega eso a las pequeñas y medianas empresas que son el 95% de las que están en la región latinoamericana, en términos generales”, manifestó el académico.

El FMI advirtió el pasado 14 de abril que la economía de América Latina se contraerá en un 5,2% en 2020 debido al COVID-19. El pesimista pronóstico se suma al de la Cepal que además de contemplar un aumento de la pobreza en la región encuentra que su economía variará negativamente en un -5,3%.



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