Argentina: el kirchnerismo y la relación con el FMI

Hay dos razones que explican la actual relación entre el país suramericano y el Fondo Monetario Internacional, la política peronista de los Kirchner y el ciclo de crisis económicas que ha marcado la historia del país durante años

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Argentina: el kirchnerismo y la relación con el FMI

Las declaraciones hechas en febrero por los políticos argentinos sobre las relaciones del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de que la izquierda recuperara el poder en las elecciones de 2019 provocaron que el interés en la política argentina se dirigiera hacia la economía del país. 

Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta de Argentina (2007-2015) y nueva vicepresidenta del país, anunció el 8 de febrero que no comenzarían a pagar su deuda con el FMI sin antes salir de la recesión. Pocos días después, el ministro de Economía argentino, Martin Guzmán, dio señales en la reunión de ministros de Economía del G20 de que las relaciones con el FMI se arreglarían al reunirse con funcionarios de la entidad multilateral en dicho encuentro celebrado en Arabia Saudita el 22 y 23 de febrero. Las partes anunciaron un acuerdo donde Argentina continuaría trabajando con el Fondo y el pago de sus deudas, aunque no dieron a conocer un calendario concreto sobre dichos desembolsos.

Hay dos razones que explican la actual relación entre Argentina y el FMI: La primera razón es la política peronista de los Kirchner - Cristina Fernández y su fallecido esposo, Néstor Kirchner. La historia de la vida política de la líder argentina está entrelazada con la historia de la economía argentina y el FMI. La segunda, es el ciclo de crisis económicas que ha marcado la historia del país durante años.

Influencia política del Kirchnerismo

Las elecciones celebradas en Argentina a finales de 2019 hicieron que la izquierda que gobernó el país entre 2002-2015 volvieran al poder nuevamente. Durante el gobierno del presidente de derecha, Mauricio Macri, la economía del país se deterioró, contrario de la tendencia general observada en América del Sur, haciendo que los argentinos tuvieran que luchar no solo con la alta inflación y el desempleo, sino también con problemas como la disminución de la clase media y el hambre.

Cuando Macri llegó al poder en 2015, prometió mejorar la economía en el marco de las economías liberales y la cooperación con el FMI. Sin embargo, la administración inició un ciclo riesgoso de préstamos nuevos mientras pagaban las deudas antiguas, lo que deterioró la economía. En este entorno, la izquierda argentina, que obtuvo éxito con los programas sociales que implementó en el país a pesar de los problemas económicos que se vivieron antes de 2015, se convirtió en la ganadora de las elecciones con Alberto Fernández, quien se desempeñó como líder de gabinete en el período del expresidente Néstor Kirchner (2003-2007). Por su parte, Cristina Kirchner asumió la vicepresidencia y la presidencia del Senado.

Sin duda, Cristina Kirchner, de la tradición política peronista, y su fallecido esposo, el ex presidente Néstor, son la segunda familia más importante en la historia de la democracia Argentina después de Juan Domingo Perón y sus esposas Eva e Isabel. Así como Juan Perón se opuso a la participación del país en el FMI, Néstor Kirchner se opuso a la dirección del FMI de las políticas económicas de Argentina. En 2003, decidió no pagar la deuda de su país al FMI lo que permitió que la entidad diera un paso atrás con respecto a sus demandas.

Siguiendo esta medida, Kirchner ganó soporte con sus políticas económicas anti-neoliberales. Los años posteriores a 2003 también fueron un período en el que Argentina hizo un gran progreso en la lucha contra la pobreza y millones de personas pasaron a la clase media.

Kirchner no se presentó como candidato en 2007, pero su esposa Cristina Fernández de Kirchner, con quien llevó a cabo su lucha durante años, fue elegida presidenta dos veces seguidas durante el período 2007-2015. Cristina, hija de un conductor de autobús, comenzó en la política después de estudiar Derecho. Adoptó el peronismo como una visión política y se convirtió en la segunda presidenta de la historia argentina después de Isabel Perón. Cristina trabajó en programas sociales y en mejorar las condiciones de vida de las personas. Por lo tanto, el poder político de los Kirchner hizo que se hablara del surgimiento de un 'kirchnerismo' en Argentina parecido al peronismo.

Así como el peronismo, el kirchnerismo, tuvo seguidores y opositores. El país continuó creciendo económicamente durante el período de Cristina Krichner, pero se vio afectado por los efectos de la crisis financiera mundial de 2008, los efectos negativos del modelo de economía proteccionista en el comercio regional y global del país, y el déficit comercial.

Debido a las políticas populistas implementadas en este periodo, las intervenciones del gobierno para mantener los precios de los productos primordiales a un cierto nivel perturbaron los equilibrios económicos y la inflación aumentó. La moneda del país comenzó a depreciarse rápidamente como en la década de 1980. Kirchner no fue candidata a las elecciones de 2015 porque presidió dos mandatos, pero apoyó al candidato de su partido, Daniel Scioli, quien perdió en 2015.

El principal debate político es todavía la economía.

Desde la década de 1930 hasta la actualidad, Argentina ha combatido los colapsos económicos recurrentes bajo regímenes democráticos y militares. Por otro lado ha logrado desempeñar un papel importante en las iniciativas de integración económica regional y mantener su importante posición en América Latina en términos de parámetros de desarrollo humano.

Argentina es miembro del G20 y el segundo país más grande de América del Sur, después de Brasil, tanto en superficie como económicamente, con una superficie de 2,7 millones de km2 y una población que supera los 40 millones.

También desde la década de 1930, los conflictos políticos basados en la economía, que afectaron la mayoría de los países relativamente desarrollados de América Latina, sacudieron profundamente a Argentina. Condujeron a un conflicto político y social en el país. Los desacuerdos entre los propietarios de tierras y exportadores de materias primas que deseaban mantener el modelo de economía basada en la exportación; la clase alta y media de las ciudades que deseaba fomentar el modelo de industrialización sustitutiva de importaciones; y la clase trabajadora y de bajos ingresos que se fortaleció a lo largo de los años.

Hoy, el principal debate político en Argentina todavía sigue siendo a través de la economía. La competencia entre los partidos de la derecha, que apoyan las políticas neoliberales que contemplan la integración con la economía global, y los partidos de izquierda, que desean fortalecer la industrialización y dar prioridad a las relaciones económicas regionales con un modelo de economía parcialmente cerrado, se ve reflejada en los partidarios y opositores del kirchnerismo actual.

El escritor chileno Mauricio Rojas dijo que la solución para la situación económica del país debe ser a través de un fuerte liderazgo político en lugar de fórmulas aritméticas. Se puede pensar que Alberto Fernández está tratando de establecer este liderazgo dentro de un equilibrio. En su gobierno se encuentra no solo la carismática, experimentada y popular Fernández de Kirchner, sino también Guzmán, un representante de la nueva generación, educado en EEUU, país que ha manejado las economías latinoamericanas desde la década de 1980, y quien tiene una actitud conciliadora con el FMI. El éxito de esta iniciativa de liderazgo equilibrado podría llevar a un curso diferente en el ciclo de crisis económicas del país gaucho.

(Segâh Tekin es profesora del departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Necmettin Erbakan en Turquía).

*Traducido por Aicha Sandoval Alaguna.



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