El FMI desembolsa otros 10.800 millones de dólares para Argentina

Con este desembolso, ya son 38.900 millones de dólares los que este organismo le ha girado al gobierno argentino, al que le pidió que bajara la inflación y cuidara el gasto público

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El FMI desembolsa otros 10.800 millones de dólares para Argentina
WASHINGTON

El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este viernes los avances del programa abierto con Argentina y le dio el visto bueno a un nuevo desembolso, por 10.800 millones de dólares, en el marco del acuerdo stand-by firmado en 2018 con el gobierno de Mauricio Macri para estabilizar la economía.

“Las políticas de las autoridades que sustentan el acuerdo respaldado por el FMI están dando fruto”, afirmó la titular del Fondo Monetario, Christine Lagarde, al anunciar en un comunicado la aprobación del nuevo desembolso.

“El elevado déficit fiscal y en cuenta corriente -dos grandes vulnerabilidades que condujeron a la crisis financiera el año pasado- están disminuyendo”, indicó la funcionaria, quien agregó que “la actividad económica se contrajo en 2018, pero hay indicios de que la recesión ha tocado fondo, y se espera una recuperación gradual en los próximos trimestres”.

Sin embargo, Lagarde llamó la atención sobre la inflación, que “sigue siendo elevada”. La directora gerente del FMI dijo en este sentido que “las expectativas inflacionarias están aumentando y la inercia inflacionaria resulta difícil de quebrar”. Los datos de los primeros tres meses del año llevaron a los observadores económicos a elevar a alrededor de 30% las estimaciones de inflación para 2019, luego de que el año pasado ese índice se ubicara por encima del 50%.

También el déficit de las cuentas públicas mereció una observación por parte de los técnicos del FMI. Aunque Lagarde elogió los esfuerzos oficiales por avanzar hacia el equilibrio fiscal, señaló que “a la luz de un nivel inferior al esperado del ingreso tributario en el primer semestre del año, será crítico actuar continuamente con prudencia en la ejecución de los planes de gasto y tomar otras medidas para incrementar los ingresos fiscales a fin que la posición fiscal de 2019 llegue al balance primario”.

La aprobación de este nuevo tramo del crédito stand-by es el resultado de la tercera revisión del programa a tres años acordado con las autoridades argentinas, por un total de 57.000 millones de dólares. Los técnicos del organismo multilateral habían analizado las cuentas públicas durante la segunda mitad de febrero y habían dado ya su aprobación preliminar, pero faltaba la decisión final del directorio de la institución para que el nuevo desembolso se haga efectivo.

La decisión del board del Fondo representa una nueva expresión de apoyo del FMI a las reformas implementadas por el actual gobierno, en momentos en que la economía argentina atraviesa un ciclo recesivo, con una caída del PIB de 2,5% el año pasado y una proyección negativa también para este año, una inflación persistente y un aumento en los niveles de pobreza e indigencia.

En este sentido, el comunicado del FMI expresa que “proteger a los más vulnerables del impacto de la recesión y de la elevada inflación sigue siendo una prioridad crítica”.

Más allá de las observaciones contenidas en el comunicado, el directorio del fondo consideró cumplidas las metas y dio el visto bueno al envío de otros 10.800 millones de dólares, que estarán disponibles para el gobierno argentino en los próximos días. Con este giro son ya 38.900 millones los dólares que el organismo desembolsó desde junio de 2018, cuando firmó el programa stand-by con Argentina. En lo que resta de 2019 habrá otras tres transferencias, cada una de ellas de 5.400 millones de dólares.

Con ese dinero, el gobierno de Macri contará con los recursos necesarios para vender, a partir del 15 de este mes, 60 millones de dólares diarios desde el Tesoro, tal como anunció el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Con esas ventas, que se extenderán hasta fin de año y sumarán en total unos 9.600 millones de dólares, la administración de Macri pretende lograr una mayor estabilidad del tipo de cambio y llevar tranquilidad al mercado.

Las fluctuaciones cambiarias de los últimos meses provocan una creciente fuga de ahorristas al dólar, mientras que la depreciación del peso provocó a su vez una mayor inflación, una de las mayores preocupaciones del gobierno en momentos en que el país se encamina hacia las elecciones presidenciales de octubre próximo. Según coinciden los analistas, la suerte electoral de Macri y su posibilidad de acceder a un segundo mandato de cuatro años depende del éxito del plan de estabilización económica pactado con el FMI. AA



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