Los afganos turcos mantienen viva la tradición del juego ‘oglak’

Se trata de un juego a caballo centenario practicado por los guerreros nómadas turcos en Asia central con el fin de fortalecerse y prepararse para la guerra

1328957
Los afganos turcos mantienen viva la tradición del juego ‘oglak’
KABUL, Afganistán

AA - El juego a caballo de origen turco ‘oglak’ (cabra en turco) continúa siendo uno de los deportes nacionales de Afganistán, practicado especialmente por los afganos de origen turco, quienes mantienen viva la tradición.

Se trata de un juego a caballo centenario practicado por los guerreros nómadas turcos en Asia central con el fin de fortalecerse y prepararse para la guerra. Es un juego rápido, duro y un tanto despiadado.

El oglak se juega en un terreno plano, donde al menos 10 jinetes divididos en equipos compiten entre ellos o cada uno individualmente.

Los jugadores deben acarrear una cabra muerta y descabellada hasta una bandera clavada en el centro del campo, mientras los demás intentan quitársela o impedir que llegue usando la fuerza.

El primero que alcance la bandera y alrededor de esta dé las vueltas previamente acordadas gana el juego.

A los jinetes se les llama ‘chapandaz’. Estos pasan por un entrenamiento fuerte que dura seis meses.

Para protegerse de los golpes y patadas de los contrincantes, los 'chapandaz' visten ropa gruesa y protección en la cabeza.

Así mismo, llevan una vara consigo, normalmente en la boca cuando no la utilizan, para alejar a los jinetes y caballos opuestos.

La cabra que se va a utilizar en el juego es degollada y luego se deja en reposo en agua fría y sal durante 24 horas antes del partido. De esta manera se vuelve más pesada y difícil de levantar del suelo.

Los caballos empleados en el juego están criados de forma especial. Durante nueve meses son criados por mozos de escuadra con alimentos especiales y a oscuras.

Para que puedan correr más durante el juego se les proporciona 10 o más huevos al día, mientras que para proteger sus riñones del frío se les tapa el lomo con una manta gruesa.

Cuando se acerca la temporada, los mozos de escuadra hacen correr a los caballos todas las mañanas para que se acostumbren a sudar.

Normalmente el oglak se juega en otoño para que los jinetes y los caballos no suden demasiado. 

Todos los viernes durante el invierno, el estadio de la ciudad afgana de Mazari Sharif se convierte en el epicentro para el oglak. Decenas de 'chapandaz', provenientes de todo Afganistán, acuden a la cita anual para demostrar sus dones y maestría en el juego.



Noticias relacionadas