Costumbres y Tradiciones de los Turcos (14/2014)

Rituales acerca del servicio militar en la cultura turca

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Costumbres y Tradiciones de los Turcos (14/2014)

Una de las misiones más sagradas de la nación turca, conocida como una nación con carácter militar, es hacer el servicio militar después de concluir la formación. Cada joven turco asume como una misión el servicio militar aceptado como una herencia de la historia. Si la persona muere mientras hace la mili se sitúa en un rango significativo conforme a las creencias del Islam y se hace un “mártir”. En el Corán está escrito: “No consideren como muertas a las personas que mueren en el camino a Dios. Al contrario, ellas se consideran como vivas y se galardonan ante Dios”. Dios otorga un rango muy alto a los mártires. Por eso abuelos, hijos y nietos fueron todos juntos a luchar en muchas guerras sabiendo que iban a morir. A lo largo de la historia acudieron a guerras personas de cada grupo de la comunidad sin distinguir soldados y civiles. Conforme a una creencia muy generalizada en Anatolia, el pueblo formó el ejército y el ejército formó el pueblo. Y siempre se valora esta frase que refleja el espíritu de la nación turca: “Cada turco nace como un soldado”.

El servicio militar es una deuda que cada turco tiene que pagar y es una misión de ciudadanía que hay que cumplir según la creencia turca. Como requisito de la Ley del Servicio Militar cada hombre ciudadano de la República de Turquía está obligado a hacer la mili.
En la nación turca eso no sólo es una obligación, además es una misión en la que se preserva conjuntamente el cariño, respeto y la necesidad. El servicio militar se acepta como una misión sagrada. Los padres no dudan en estár dispuestos a mandar a sus hijos a hacer la mili y dicen que nacieron para la patria y nación y que no recibirán su bendición si no se incorporan al servicio militar.

Los hombres que no hacen la mili se ven como medio hombre. El servicio militar supone al mismo tiempo un proceso educativo del joven para que se madure. Los que no van a la mili no pueden casarse, no pueden tener un trabajo, no se hace caso a sus palabras y no reciben aceptación en la comunidad.
Existen ciertos rituales para un joven que va a ir a la mili. Al determinarse el día en el que la persona va a ir a la mili, no se le manda hacer trabajo para que no se canse. El joven visita a sus familiares y amigos pidiendo bendición antes de su partida. Si se le va a preparar henna y una ceremonia religiosa, se invitan a casa a familiares y amigos. Y le dan dinero las personas que visita el joven. Con este dinero compra las cosas que necesita antes de su partida o lo usa para sus gastos durante el servicio militar. Además los familiares y amigos le invitan a cenar. Mientras el joven visita a ellos es tradición en algunas zonas que le acompaña una banda sonora con tambor y clarín. El tambor y clarín sirven para que todos se enteren de que va a ir a la mili y para que otros jóvenes también se animen a hacer la mili.

Vienen visitantes a casa del joven para despedirse de él. Los visitantes, que empiezan a llegar unos días antes de su partida, traen regalos compuestos por utensilios que puede necesitar en la mili: ropa interior, toallas, calcetines, té y azúcar por ejemplo.
Antes que de que se vaya a la mili se organiza en la última semana una “fiesta de soldado”. Según la situación financiera de la familia se ofrece comida a los invitados. Si hay varias personas que van a ir a la mili, entonces se organiza una fiesta colectiva para todos ellos y los gastos de la fiesta se pagan juntos. En la fiesta se tocan el tambor y clarín y se bailan los bailes típicos de la región.
En algunas zonas se realiza una pequeña ceremonia de relevo con la bandera turca. En esta ceremonia las personas que van a ir a la mili entregan la bandera a las que van a hacer la mili en el próximo período. Y cuando llegue el tiempo de la incorporación al servicio militar de esas personas, ellas entregan la bandera a otros jóvenes. La bandera es una entrega sagrada. Por eso los jóvenes cuidan la bandera con gran atención hasta la próxima ceremonia de relevo.
Otro ritual para despedir al soldado es ponerle henna en la palma del joven. Esta tradición se aplica en toda Anatolia. La henna en la palma del soldado significa: estoy dispuesto a sacrificarte para la patria, puedes morir por la patria.

El joven que va a la mili sale de casa acompañado por su familia y amigos y se toca el tambor y clarín. Luego todos juntos parten en coches decorados con banderas hasta la parada de autobús, estación o el aeropuerto. Al llegar allí se cuelga la bandera turca en la espalda del joven y todos juntos hacen el típico baile turco “halay”.
Los amigos gritan todos a la vez estas palabras: “Nuestro soldado es el mejor”, “Todo para la patria”. Si el soldado va a partir en autobús, se cuelga también una bandera en la ventana del mismo.

Los familiares del joven pronuncian el himno nacional en la partida. Y una persona de la familia reza diciendo las siguientes palabras: “Que nuestros hijos sean fieles a su patria y nación y que vuelvan a sus familias y hogares encontrándose bien de salud”. Al montarse el joven en el autobús, se echa agua en el camino delante del mismo para que su servicio militar pase como el agua, puro y sin problemas.

El soldado recibe una educación militar muy disciplinada. Durante este período los padres del mismo sienten orgullo por él. Las madres de soldados se respetan en la comunidad de una manera distinta refiriéndose a ellas diciendo “madre de soldado”. En la comunidad no se ve bien a los que se escapan del servicio militar.
El joven que concluye su servicio militar y regresa a casa se recibe con gran alegría por su familia y amigos. Cuando llega a casa se sacrifican ovejas y carneros y la carne se distribuye a los pobres. También se leen oraciones del Corán.
Para demostrar el punto de vista de los turcos en relación con el servicio militar, es muy significativo este consejo que le da el padre a su hijo que va a la mili: “Mi hijo, ponte triste cuando no te llamen a la mili, corre con alegría cuando te llamen a la mili. Respeta a tus comandantes. Sigue bien a lo que digan y te manden y aprende de ellos. El arma que te entregan es una sagrada entrega de la nación. No protegerlo sería una traición a la nación. Como a Dios tampoco al profeta le gustan las traiciones. Protégelo como si fuera tu vida”.
Se considera que aprobó una importante fase la persona que cumple con su servicio militar. Y se piensa que cumplió con una importante condición para poder proceder a otras fases de la vida como tener un trabajo y casarse.

Acaban de leer el programa preparado por la Docente Doctor Fatma Ahsen Turan del Departamento de Filología Turca de la Facultad de Letras de la Universidad Gazi en Ankara.



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