Los posibles resultados políticos de la Operación Rama de Olivo

Escrito por el experto Oytun Orhan del Centro de Investigaciones Estratégicas del Oriente Medio (ORSAM)

Acabó la Operación Rama de Olivo de Turquía enfocada en eliminar la presencia de la banda terrorista YPG en la zona de Afrin. Aunque el primer mes de la operación pasó relativamente difícil, al ser roto la resistencia del YPG en la zona la operación se aceleró y dentro de poco se completó el cerco de Afrin. En este proceso el YPG vació las áreas rurales y se retiró al centro de Afrin. Lo que se esperaba era que el YPG se preparaba para una batalla en el centro. Pero al contrario de esto, el YPG no pudo mostrar ninguna resistencia en el centro y Afrin pasó al control de las Fuerzas Armadas Turcas (TSK por sus siglas en turco) y el Ejército Libre de Siria (ÖSO por sus siglas en turco) sin que ocurriera casi ningún enfrentamiento.

Se hacen frecuentemente evaluaciones sobre la dimensión militar de la Operación Rama de Olivo. Pero lo que es al menos igual de importante es el curso de la crisis de Siria después de que Afrin pasara al control de Turquía. Otros puntos igual de importantes son la influencia de la lucha de Turquía contra la banda terrorista YPG a la competición o colaboración entre Turquía y EEUU en Siria, y su influencia sobre las alianzas nacionales e internacionales del YPG.

El resultado más importante para Turquía de la Operación Rama de Olivo ha sido el establecimiento de la una fuerza militar disuasiva. En comparación con la Operación Escudo del Éufrates, el TSK tuvo que luchar en una geografía más difícil contra un mayor número de militantes y completó la operación en un muy poco tiempo registrando mucho menos pérdidas. Está evidente que se reforzará la mano de Turquía en la lucha contra el YPG en Manbij y en el este del Éufrates dado que Turquía manifestó su capacidad militar y que tiene la voluntad de utilizarlo.

Ante todo, EEUU puede empezar a interrogarse a sí mismo de que hasta qué punto y cómo puede proteger la banda terrorista YPG que no pudo mostrar ninguna resistencia ante el TSK. Esta nueva situación le forzará a EEUU a actuar de dos maneras. Primero EEUU puede optar por dar ciertas concesiones en el tema de Manbij para satisfacer a Turquía. La segunda opción es que puede reforzar el escudo protector del YPG en Manbij. Parece más posible que EEUU opte por la segunda opción. Ya que sabe que perdería a la banda, que no pudo proteger en Afirn, si tampoco le puede proteger en Manbiji, que mantiene bajo su propia protección. El YPG puede elegir dirigirse hacia la alianza Irán/régimen si surge un posible consenso entre Turquía y EEUU en Manbij.

La reacción sobre el YPG de la población árabe

La Operación Rama de Olivo convertirá en un estado frágil la colaboración del YPG con los árabes en Manbij y al este del Éufrates. Las alianzas que estableció el YPG con los elementos árabes en el seno de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDG por sus siglas en turco) se basa en la motivación de intereses y tomar bajo garantía la seguridad local de las tribus árabes. Se sabe que el YPG no tiene casi ninguna legitimidad en las zonas donde domina una población árabe. Especialmente Manbij es una ciudad que destaca desde el principio de la crisis con su identidad en contra del régimen y dentro del ÖSO dominan los ciudadanos de Manbij. Es decir que el punto débil del YPG surgido con la Operación Rama de Olivo cambiará las percepciones en Manbij. Ya desde hace un largo tiempo una parte del pueblo de Manbij organiza manifestaciones en contra del YPG. En el próximo período puede haber un alza en estos incidentes. Las partes que buscan una oportunidad para movilizarse contra el YPG en Manbij quieren ver que Turquía está seria en el tema de Manbij y quieren determinar su posición según ello. El Rama de Olivo es importante por el aspecto de demostrar que, más allá de sus afirmaciones, Turquía tiene la voluntad de utilizar su fuerza militar, y por el aspecto de manifestar que el YPG no puede resistir de ninguna manera. Asimismo se reveló que las presiones internacionales no pueden obstaculizar a Turquía.  

Igual que la derrota del YPG en Afrin, también es importante cómo perdió la banda. Si no contamos la primera fase del Rama de Olivo, sale el panorama de una banda que mostró casi ninguna resistencia, que perdió su voluntad de combatir y que incluso abandona el centro de la ciudad escapándose. Esta situación le puede dirigir a los elementos sirios en el YPG a interrogarse a sí mismo sobre sacrificarse para las metas regionales del PKK. El resultado natural de esta situación sería el surgimiento de una separación entre los miembros del PKK y los elementos sirios en el YPG. Un argumento que apoya este dato es la diferencia de opinión generada entre los miembros del PKK y los militantes locales en el tema de cómo movilizarse como el YPG en el centro de Afrin. Los líderes del PKK llamaron a resistir en Afrin hasta el último momento, mientras los miembros de Kandil en Afrin forzaron la opción de combatir, los militantes locales no obedecieron a esto y prefirieron fugar.

La colaboración turco-rusa puede aumentarse

El nuevo equilibrio de fuerza generado en el norte de Siria por la Operación Rama de Olivo afectará también la fase de una solución política a la crisis de Siria. Junto con el TSP también los opositores sirios sobresalen como un actor en el norte que va ganando fuerza. Al acabarse la Operación Rama de Olivo se estableció en Idlib el séptimo punto de observación. Completando 12 puntos de observación se habrá asegurado el control de los opositores en Idlib para al menos un mediano plazo. Así que se nos aparecerá una zona del ÖSO que se extiende desde Yarabúlus hasta Jisr ash-Shugur. Este área bajo la protección de Turquía asegurará que el régimen sea más abierto para das concesiones en la mesa de una solución política.

Se puede esperar que tras Afrin se aumenta la colaboración entre Turquía y Rusia. Si no se llega a un consenso con EEUU sobre Manbij, Turquía aumentará gradualmente la presión sobre la ciudad. En el proceso después de Afrin ya los pasos dados por Turquía en relación con la lucha contra el YPG pueden recibir más apoyo de Rusia. Ya que las áreas del YPG en el blanco son al mismo tiempo las zonas de penetración de EEUU. Rusia, junto con el régimen e Irán, está involucrado en una competición cada vez más bélica con EEUU en el este de Siria. Aunque las fuerzas partidarias del régimen quisieron intervenir un par de veces en las zonas del SDG en la región de Deir ez Zor, se enfrentaron con una respuesta dura de EEUU. Pero como el aumento de la presión sobre Manbij por parte de Turquía causará que EEUU esté en una posición más difícil, ésto puede ser recibido positivamente por dichos actores.

Al perder la banda terrorista YPG Afrin, ya no queda su dependencia militar a Rusia y la banda entra totalmente en el auspicio de EEUU. Además el YPG responsabiliza también a Rusia por haber dado luz verde a la Operación Rama de Olivo. Por eso parece posible que a corto plazo haya una ruptura en la relaciones entre Rusia y el YPG y esto reforzará la base de la colaboración turco-rusa a la vez que aumentará la tensión entre Turquía y EEUU.

Rusia ha asumido en gran parte una postura de apoyo hacia Turquía en el tema de Afrin. Pero no es posible decir que la misma situación vale también para sus aliados en Siria, Irán y el régimen. Incluso se puede decir que Irán muestra reacción a Rusia debido a su postura en relación con Afrin. La señal más clara de esto fue que mientras seguía el Rama de Olivo las fuerzas de milicia partidarias del régimen y apoyadas por Irán entrasen en Afrin para dar apoyo al YPG. Probablemente Rusia estaba enterada de esto pero no dio su aprobación ni apoyo.

El hecho de que Rusia se haya quedado neutral entre Turquía e Irán/el régimen, sobresalió a Turquía, que tiene el dominio militar y Turquía tomó como blanco no sólo al YPG sino también a los milicianos chiíes que le apoyaban. Es decir, el paso de Irán se dio en vano. Esta postura de Rusia desempeña un papel importante también en la colaboración establecida con Turquía aparte del tema de Siria. No obstante, Rusia necesita la fuerza de equilibrio de Turquía ante Irán, que se refuerza en Siria. Ya que un panorama parecido al de Afrin se vive también en Idlib. Mientras el ejército turco avanza para establecer sus puntos de observación en Idlib y sufre de ataques de milicianos apoyados por Irán, se ve que Rusia apoya el establecimiento de estos puntos de observación.

Los nuevos equilibrios de fuerza en el norte de Siria

Probablemente los resultados de la Operación Rama de Olivo aumentarán las preocupaciones de Irán y el régimen. Ya Turquía y el ÖSO están en una posición de poder aplicar más presión sobre las zonas del régimen en Alepo. Aunque no existe la probabilidad de un combate entre las facciones por el proceso de Astaná, ambas partes no confían en las intenciones de la otra. Irán especialmente puede pensar que están amenazadas las unidades residenciales Nubul y Zehra controladas por las milicias que dependen de él.

Será determinante en la postura de Irán y el régimen hacia la banda terrorista YPG/PKK ver qué tipo de ruta seguirá ahora la banda en Manbij y el este del Éufrates. Considerando las alianzas actuales, el aumento de presión por parte de Turquía en Manbij y el este del Éufrates será recibido positivamente por estos actores. Pero no se preferirá la sustitución de la amenaza de EEUU por la del ÖSO. La continuación de la alianza entre EEUU y el YPG en Manbij y el este del Éufrates puede preparar una base para la coordinación turco-iraní. Pero Irán y el régimen pueden querer incorporar al YPG en sus propios campamentos. Se vio en Afrin que existe la oportunidad de una colaboración así. El hecho de que los milicianos chiíes, que considera EEUU como una amenaza prioritario en Siria, hayan posado junto con los militantes del YPG, despertó ciertas dudas en EEUU. EEUU pueden estar consciente de que si no consigue proteger el YPG en Manbij, la banda pasará al eje iraní. Un panorama así traerá consigo un acercamiento entre Turquía y EEUU. Turquía, por su parte, está muy clara en cómo determinar a sus alianzas. Turquía considerará como una amenaza a cada actor que actúe junto con el YPG.