Afrin: victoria de la paz y derrota del terrorismo

El artículo redactado por el portavoz de la presidencial turca, Ibrahim Kalın, en el diario Daily Sabah de fecha 24 de marzo de 2018

La Operación Rama de Olivo, iniciada el 20 de enero por las Fuerzas Armadas Turcas y el Ejército Libre Sirio (ELS), ha entrado en una fase crítica el 18 de marzo cuando se conquistó el centro de la ciudad de Afrin. La región de Afrin fue liberada de los miembros armados del YPG/PYD, ramificación de la banda terrorista separatista PKK en Siria. La limpieza de la zona de los elementos terroristas, debería celebrarse como una importante victoria en la lucha antiterrorista, y debería apoyarse como un paso positivo para proteger la integridad territorial de Siria. Pero, en cambio, algunos círculos lamentan la victoria de Turquía y la derrota del YPG. Y está situación ha revelado la falacia inherente de una mentalidad común de ciertos círculos occidentales.

Turquía siempre tiene una postura clara contra el PYD y YPG: este grupo es la filial del PKK en Siria y no tiene ni una diferencia del DAESH como una organización terrorista. Turquía ha luchado contra ambos grupos en Siria, Irak y otros lugares. Esta es una lucha multifrontal contra una organización terrorista marxista-leninista que se alega representar a los kurdos. Esta organización atacó y mató no solo a soldados y policías turcos, sirios, iraquíes e iraníes, sino también a los líderes tribales y políticos kurdos y a cualquiera quien se negara a someterse a su opresión. La lucha contra el PKK nunca se trata de una lucha contra los kurdos, al igual que la lucha contra el DAESH no es una lucha contra árabes o musulmanes.

Pero, aquellos que están sorprendidos y decepcionados con el ritmo y la precisión de la Operación Rama de Olivo en Afrin, ahora están intentando mostrar esta victoria como un golpe a la lucha contra el DAESH y están instando a los países occidentales a no traicionar a los kurdos. ¿De qué kurdos están hablando realmente aquí? ¿Hablan de los kurdos que no aceptan la anticuada ideología marxista-leninista, la opresión, las ejecuciones, los secuestros del PKK y el reclutamiento forzoso de niños kurdos o terroristas del PKK? Para ellos, los que no son miembros del PKK o simpatizante no son kurdos. Lo que quieren decir al apoyar a los kurdos es un apoyo abierto al PKK y sus ramificaciones en Siria, Irak e Irán.

Lo que no quieren entender o admitir de estos círculos es que hay millones de kurdos que consideran el PKK como una herramienta y un peón en las guerras de poder y los juegos de poder del mundo moderno. Los supuestos expertos occidentales tratan a los kurdos que no pertenecen al PKK como prácticamente inexistentes. También ignoran kurdos sirios que lucha en las filas del Ejército Libre Sirio que liberaron a Afrin.

Esto es como decir que cualquier estadounidense blanco, que no sea miembro o partidario del KKK (Ku Klux Klan, organización de extrema derecha) no es blanco. O los alemanes, que no sean neonazis, no son alemanes reales.

Esta secuencia de lógica falaz no forma una base racional para entender a los kurdos, Turquía y el Oriente Medio en general. La decisión del ex presidente Barack Obama de apoyar al YPG fue un error fatal y ninguna maniobra estratégica o de erudición periodística lo resolverá. Apoyar al YPG en nombre de la lucha contra el DAESH en Siria es una gran injusticia para los kurdos. Además, esta política pone a Turquía y los Estados Unidos, dos aliados de la OTAN, en desacuerdo sobre un tema regional clave. En lugar de cuestionar a Ankara, que da una lucha efectiva contra el DAESH y el YPG, estos supuestos expertos deberían rechazar la lógica de asociarse con una organización terrorista contra un aliado de la OTAN.

La operación de Afrin fue rápida y exitosa; no se registraron víctimas civiles y no se destruyeron las ciudades. No estalló una crisis humanitaria y los civiles están regresando a sus hogares. Los simpatizantes del PKK enmascarados como expertos deberían tomarse la molestia de mirar las imágenes antes y después de las operaciones de Mosul y Al-Raqqa, y compararlas y contrastarlas con las de Afrin. Deberían agradecer a Turquía y saludar a la Operación Escudo del Éufrates y la Operación Rama de Olivo como modelos en la lucha contra el terrorismo. Sus lutos por la victoria de Turquía son un lamento para el YPG, y, de hecho, la derrota del PKK.

Turquía nunca ha estado involucrada en el negocio del cambio demográfico. El registro de Turquía en el área entre Yarablus y Al-Bab en Siria es muy claro. Entonces, la alegación de que la estructura demográfica de Afrin será cambiada es una mentira abierta difundida por el YPG. De hecho, fueron por sí mismos el PYD y el YPG los que realizaron el cambio demográfico forzoso en Tel Abyad, Kobane y otras ciudades árabes en Siria, y estas políticas se califican como un posible crimen de guerra por la Amnistía Internacional.

La operación de Afrin también demostró estar equivocada al afirmar que el Ejército Libre Sirio no puede dar una buena batalla, y esto es una mentira táctica distribuida por el PKK en Siria. El Ejército Libre Sirio ha demostrado su capacidad para luchar con disciplina y éxito contra los terroristas del DAESH y YPG como lo hecho en Yarabulus y Afrin, así como en otros lugares antes de que Estados Unidos los dejara en la frialdad varios años antes. La alegación de que el YPG es la única fuerza efectiva contra el DAESH, y, por lo tanto, debe ser respaldado hasta el final, es como poner el carro delante de los caballos. Si el apoyo otorgado al YPG se hubiera dado a cualquier fuerza, este grupo habría sido una fuerza más efectiva contra el DAESH y otras amenazas a la seguridad.

La operación de Afrin es una victoria de la paz y una derrota del terrorismo. Esta operación, que ha asestado un duro golpe a los terroristas en el norte de Siria, debe ser apoyada por todos los que adopten una postura clara contra cada tipo del terrorismo.