La crisis libia y la solución

La política libia comenzó a modificarse. A medida que se caldea la atmósfera política, se sienten más las palabras dictadas de los estados, que quieren controlar el campo libio

1497177
La crisis libia y la solución

Los acontecimientos recientes, que pasaron de la plataforma militar al ámbito político en Libia, movilizaron las diferentes dinámicas. La intención y las declaraciones de reestructurar el Consejo Presidencial llegaron a la agenda después de las reuniones de diálogo celebradas en Marruecos y Montreux. Por lo tanto, en paralelo a la tensión política interna causada por las manifestaciones populares en Trípoli y Bengasi, el primer ministro del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) de Libia, Fayez Al Sarraj, y el supuesto primer ministro de Hafter, Abdula Al Tini, anunciaron su dimisión. La declaración de Sarraj de dejar el cargo en octubre, la nueva estructura del Consejo Presidencial del Estado de Libia y la incertidumbre en el ámbito político anuncian nuevas tensiones.

Parece segura la posibilidad del aumento de los esfuerzos de los estados, que apoyan a Hafter, de nombrar a sus partidarios para los puestos críticos de las instituciones estatales. Naturalmente, tal situación movilizará a las personas y los grupos, que buscan formar un futuro político para sí mismos en Libia, para encontrar un apoyo externo. Por eso, la estructura social y política basada en la competencia en Libia puede estar sujeta a nuevas coaliciones o disoluciones. Es decir, la competencia política interna de Libia se prepara para un año difícil.

Sobre una solución política; las conversaciones realizadas entre el presidente del Alto Consejo de Estado libio, Jaled al Mishri, y el presidente de la Cámara de Representantes, Aguila Saleh, en Marruecos parecen decisivas en acabar con la crisis libia. Aunque no se hizo una declaración concreta, son notables las conversaciones de Al Mishri en Ankara y de Hafter y Saleh en El Cairo durante la semana. Además, el esfuerzo de mantener juntos a Hafter y Saleh, que se sabe que están en desacuerdo, dificulta a Al Sisi. Por otro lado, las conversaciones de Montreux, denominadas el Diálogo de Libia, surgieron como un avance más concreto. El inicio del proceso político y la reestructuración del Consejo Presidencial se declararon como un tema de conciliación. De hecho, Al Sarraj reveló el cambio político después de este anuncio.

Como se ve, la política libia comenzó a modificarse. A medida que se caldea la atmósfera política, se sienten más las palabras dictadas de los estados, que quieren controlar el campo libio, así como las direcciones en el campo. De hecho, las conversaciones que Turquía y Rusia sostienen para Libia preocupan a otros estados. El hecho de que Lavrov anunciara esta semana una “conciliación con Turquía”  es notable en el contexto del momento. Porque los dos países se encuentran en un terreno común: sus presencias militares en Libia.

Acerca del futuro político de Libia, la solicitud conjunta del dúo Hafter - Saleh y los estados que lo apoyan es poner fin a la presencia de Rusia y Turquía en Libia. De hecho, la reacción de Estados Unidos a la presencia rusa se observa claramente en las declaraciones del Mando África de Estados Unidos. Parece fuerte la tendencia de EEUU de equiparar a Turquía con los rusos. Además, son destacadas las iniciativas económicas de EEUU que son más allá de las preocupaciones militares y políticas. Por ejemplo, EEUU desea controlar los ingresos petroleros en Libia en un banco estadounidense. Tiene como objetivo supervisar las cuentas del Banco Central y dominar el sector financiero a través de una empresa estadounidense. También quiere exportar productos de defensa mediante la licitación de la reforma del sector de seguridad de Libia a la empresa estadounidense llamada Jones. Por otra parte, cooperar con Turquía para poder equilibrar las cuentas especificadas es una obligación para EEUU.

Se observa que Alemania, junto con EEUU, aumentó sus iniciativas políticas ante los actores libios. El embajador alemán, Oliver Owcza, visitó esta semana a los ministros libios y también las instituciones libias. La agenda es guiar a Libia para mejorar la infraestructura. Sin embargo, se entiende claramente que el propósito de estas conversaciones es preparar el entorno comercial después de la solución política.

En paralelo a los diálogos entre Rusia y Turquía, es importante tomar la iniciativa en Libia. Para eso, es necesario tanto moldear la política libia como excluir a otros estados del campo. En este marco, como respuesta a la conciliación turco-rusa, se planea llevar a cabo la segunda Conferencia de Berlín con la iniciativa de EEUU y Alemania.

Durante la conferencia, los actores, que hablan constantemente de la conciliación y solución política, serán empujados a aceptar la solución dictada. En ese sentido, es posible que los diálogos entre Rusia y Turquía sobre Libia se queden sin sentido. De hecho, en la conferencia, especialmente los estadounidenses presentarán una solicitud para que las milicias extranjeras se retiren de Libia. La transformación en el equilibrio político interno también afectará las reflexiones de los resultados de esta conferencia a Libia. En otras palabras, en paralelo a las decisiones a tomarse en la segunda Conferencia de Berlín, parece posible una nueva formación de alianza entre los estados involucrados en Libia. Se puede esperar que la política libia tanto impacte esta formación como intente favorecer las posibles formaciones.

Programa preparado por el escritor, docente Murat Yeşiltaş, el director de Investigaciones de Seguridad de la SETA…



Noticias relacionadas