El Museo de Arte Turco e Islámico: un museo con ejemplos espléndidos de la cultura turca-islámica

El Museo de Arte Turco e Islámico que fue el último museo inaugurado por el Estado Otomano comenzó a dar servicio en 1914 en el edificio de cultivación del conjunto de la Mezquita de Suleymaniye con el nombre de Asociación Islámica. Esta institución espléndida trasladada al Palacio de Ibrahim Pasha en 1983 tomó su nombre actual durante el período de República ofrece un repertorio muy rico e incomparable a sus visitantes desde hace más de un siglo.

La una de las colecciones más brillantes del museo se compone de las obras de piedra, entre ellas hay que datan del siglo 7. Estas obras llaman la atención por sus épocas de producción y la diversidad de los estilos. La pieza más antigua de la sección de obras de piedra en el museo es una Piedra de Distancia del siglo séptimo y del período del Califato Omeya.

Esta piedra construida por el califa de Omeyas Abdulmalik bin Marwan para informar la distancia a los viajeros entre Jerusalén y Damasco, causa atención alta hoy por ser la una de muestras raras del siglo de nacimento del Islam. Una pieza de moldura de muro del siglo 9 también el bol con capa que datan de misma fecha nos permiten que conozcamos muy de cerca los primeros períodos del arte turco islámico gracias a su artesanía fina y las figuras geométricas. El período de Selyúcidas de Anatolia sin duda que es uno de los tiempos más especiales de la fecha del arte turco islámico. Especialmente la síntesis obtenida muy impresionante con la cultura bizantina hace más incomparable este período y contienen las características originales estos patrimonios culturales producidos durante el período de Selyúcidas de Anatolia.

El busto de una mujer que data del siglo 13 y podría pertenecer al Palacete de Alaaddin, es el otro de estos tesoros valiosos. También las ornamentaciones de estructura con bajorrelieves de dragón y guerreros del mismo período muestran claramente la forma espléndida de percepción artística de la época.  En el período del Estado Otomano dejaron los sellos a los ejemplares más impresionantes de obras de piedra, y se produjeron muchos patrimonios culturales.

En la sección de obras de piedra en el museo existe un epitafio de versículo muy impresionante y desde el Estado Otomano. Esta obra que data de los principios del siglo 19 se acompaña por una Fontana de muro que data de mismos años. Esta Fontana impresionante del período del Sultán Mahmud II, simboliza la cultura alta del estado y su protección sobre el pueblo con el epitafio superior, los pétalos con estilo barroco y las figuras de jarrones de flor. Los patrimonios culturales son los sabios antiguos que relatan directamente a las próximas generaciones sus historias del pasado que escuchamos a veces con sorpresa y a veces sacando lecciones.