Antioquía (Hatay), una antigüedad igual que el tiempo

Hatay con su nombre antiguo y más usado en la localidad, Antioquía, es una ciudad interesante por sus aspectos tanto modernos como antiguos que se tratan en los libros de historia.

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Antioquía (Hatay), una antigüedad igual que el tiempo

Hatay con su nombre antiguo y más usado en la localidad, Antioquía, es una ciudad interesante por sus aspectos tanto modernos como antiguos que se tratan en los libros de historia. Podéis sentir muchas características al mismo tiempo cuando paséis por sus calles estrechas, las casas de piedra, el bazar histórico o beber una tasa de té en la ribera del río Orontes. Por este motivo intentaremos hacer sentiros todos estos olores y sabores de una ciudad que parece a los cuentos en ‘1001 Noches’.

 

Una ciudad como guarnición histórica y punto de cruce militar, comercial y cultural

Está situada en el margen oriental del río Orontes que forma un aspecto muy importante para una localidad: Una salida al agua. A lo largo de la historia los ‘fundadores de ciudades’ prefirieron las riberas de los ríos, mares o lagos para posicionar sus ciudades o pueblos tanto por motivos comerciales como los motivos de seguridad. Prefirieron este aspecto de ‘seguridad’ por poder huirse de los ataques originados de la tierra especialmente contra las localidades enriquecidas por sus actividades comerciales. Entonces probablemente por estos motivos Antioquía se localizó en la zona oriental y más fértil del río Orontes a finales del siglo IV a.C. por Seleuco I Nicátor como la capital de su imperio en Siria. Según los datos de Wikipedia Seleuco I había servido como general con Alejandro Magno y el nombre de su padre Antíoco.

La ciudad en poco tiempo se hizo cruce de las rutas comerciales del levante mediterráneo y de los interiores de Asia. Llevó las características helenísticas inspirándose de Alejandría y como otra localidad de aquel entonces Alejandreta (İskenderun) que se transformaría en la circunscripción de Hatay (Antioquía). Su población se compuso por los colonos griegos con esta sopla de viento helenístico, también está habitada por gentes de orígenes sirio.

La ciudad tras la expansión de sus fronteras también recibió habitantes desde Antigonia, Macedonia y también los grupos judíos. Su población a lo largo de Alto Imperio romano llegó a 500.000 habitantes transformando la misma en la tercera ciudad del imperio romano después de Roma y Alejandría.

Después de la expansión del cristianismo la ciudad ocupó lugar en la historia de esta creencia y aquí Pablo realizó su primer sermón cristiano en una sinagoga y donde los seguidores de Jesús autodenominaron como cristianos por primera vez en la historia. (Hechos de los Apóstoles 11,26: Wikipedia).

En la Edad Media la ciudad fue rival de Alejandría y Constantinopla en el Imperio bizantino y ganó extra importancia por ser la principal manufactura de seda, una característica otorgada por Justiniano. Tras el efecto bizantino los persas ocuparon la ciudad entre 540 y 969 y se conquistó por los turcos selyúcidas en 1085.

Uno de sus aspectos más importantes fue la influencia latina en 1098 a través de los cruzados en la Primera Cruzada que transformaron la ciudad en el Principado de Antioquía. Dos siglos después esta vez los mamelucos retomaron la localidad y en 1517 los otomanos comenzaron a dominar. A pesar de una invasión corta de los franceses en la Primera Guerra Mundial la influencia turca continúa sin parar desde hace cerca de 900 años.

 

Una ciudad como el recurso de convivencia en paz

Hatay (Antioquía) cuenta con la cultura de convivencia en paz a lo largo de siglos con su población compuesta de los turcos, árabes suníes, árabes alauitas, asirios, católicos, griegos ortodoxos, árabes protestantes, maronitas, armenios, judíos, georgianos y otros miembros de diferentes creencias. Por su clima muy agradable y las tierras fértiles en la Vega Amik que ofrecen un potencial agrícola muy alto.

La ciudad está rodeada por los muros antiguos que se renovaron por los romanos, griegos, macedonios, persas, árabes y turcos. Además el río Orontes forma la frontera turco-siria  a lo largo de 30 kilómetros que se origina de los Montes de Líbano.

La ciudad se declaró como la segunda ciudad de paz por la UNESCO por su aspecto multicultural. Aquí está la Iglesia de San Pablo que forma el punto de peregrinación de los cristianos y el 29 de junio tradicionalmente se realiza misa por la Iglesia Católica aquí en esta iglesia.

Antioquía (Hatay) hospeda al Museo de Arqueología que se compite para la clasificación alta con el Museo de Zeugma en Gaziantep y el Museo de Mosaicos en Túnez.

Hay que ver el Largo Bazar (Uzun Çarşı) que os sentirá la atmósfera de un cuento de 1001 Noches. Harbiye es otra belleza de la ciudad por su catarata muy bonita y en el alrededor de este recurso refrescante se encuentran un buen número de restaurantes con un abanico amplio de platos diferentes de la cocine rica de Hatay.

La primera mezquita construida en Anatolia se encuentra en Antioquía (Hatay), Habibi Necar. Es una mezquita importante para los musulmanes además de los cristianos por hospedar aquí las tumbas de Juan el Apóstol y San Pablo y Habib-i Necar quien fue la primera persona que les creó y caído mártir por esta razón.     

Si queréis disfrutar las playas y la segunda playa más larga del mundo podéis trasladarse a Samandağı cuyo mar es más caliente que las playas de Egeo y disfrutar los mariscos y los platos tradicionales de la localidad en Arsuz en la ribera del arroyo. O si queréis descansar con un montón de oxígeno en un pinar y un bosque de cidras podéis subir al plato de Soğukoluk. ¡Ojo! Entre las playas y los platos solamente se encuentra una distancia de 30-35 minutos. Es una maravilla.

Hoy hemos intentado trasladarles a Hatay con su nombre original y antiguo, Antioquía, que forma el cruce de las culturas, creencias, diferentes sabores y una posición geográfica bautizada. Con el deseo de estar juntos la semana que viene. Adiós. 

 



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