La crisis del Golfo tras un año y la posición de Turquía

Análisis de Can ACUN, investigador de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad, SETA

Hace un año fuimos testigos de una campaña mediática arrancada después del hackeo de la agencia oficial de noticias de Qatar y la transferencia de algunas entrevistas irreales por boca del emir qatarí. Esta campaña colocó a Qatar directamente en su eje a través de una coalición formada al liderazgo de los EAU y Arabia Saudí con el apoyo de EEUU. La coalición forzaba a Qatar a rendirse bajo un cerco total en términos militar, político y económico.

Si analizamos su puntualidad, el ímpetu contra Qatar corresponde al después de una conferencia internacional mantenida en Riad (Arabia Saudí) a la que había asistido el presidente de EEUU, Donald Trump. Bin Salman y Bin Zaid, alias ‘Dos Mohammeds’, se pusieron en marcha nada más garantizar el apoyo del presidente americano. Esta nueva región formada con Israel consideraba a Qatar como una importante amenaza y se esforzaron por eliminar esta amenaza a toda costa. El hecho de Qatar apoye el eje de transformaciones y resistencia en la región en el marco de la Primavera Árabe con países como Turquía, su fuerza económica y sus medios informativos sobresalieron como elementos básicos de la continua ofensiva contra este país.

Si hacemos un análisis de un año se ve que frustró cada uno de los ataques contra Qatar. Los medios y el apoyo ofrecidos por aliados como Turquía, la diplomacia serena y razonable de Qatar hicieron que fracasaran los ímpetus perjudiciales y en fin, EEUU ha empezado a cambiar de posición de manera total. Las sanciones aplicadas por EAU y Arabia Saudí contra Qatar se han convertido en una carga para estos dos países.

Turquía era un objetivo

Una de las demandas de la coalición antiqatarí era el cierre de la base turca en este país y la suspensión de los acuerdos militares entre Turquía y Qatar. A mi modo de ver, eso tiene dos motivos. El primero es que opinaban que Qatar podría ser un objetivo muy fácil para ellos sin el apoyo militar de Turquía. La base militar turca, los acuerdos militares y de formación con el ejército qatarí le convertían en un actor más fuerte. En segundo lugar, la presencia militar y política de Turquía en la región era considerada como una amenaza para la política de los Dos Muhammeds e Israel. Querían diseñar en forma de pasividad a sus anchas una amplia geografía islámica desde Palestina hasta Qatar. Intentaron eliminar o debilitar a los actores que le podrían desafiar.

Por supuesto que Turquía y Qatar continuaron sus relaciones militares alrededor de los intereses recíprocos rechazando totalmente estas demandas. La activa política turca sirvió de un impacto esencial para frustrar estos ímpetus dirigidos a Qatar.

Turquía evalúa que los EAU le coloca en su eje que Arabia Saudí. Evidentemente, hay muchos índices de ello. Los e-mails del embajador emiratí en EEUU, Yousef al Uteibe, filtrados a la prensa exponen cómo los EAU hacía una campaña en detrimento de los intereses de Turquía. Es muy obvio que los EAU ataca a Turquía colaborando con Israel y varios otros actores regionales. Turquía no contesta de la misma forma a los emiratos que juega un juego tóxico pagando sobornos, manipulaciones y apoyando a algunos grupos terroristas, pero da respuestas en el lenguaje que los Emiratos entienden como pasa en los recientes hechos en Somalia.

Turquía es un país con raíces con sus órganos políticos y ejército, un actor muy influyente en su propia geografía. Se sitúa directamente en el campo en los países como Irak y Siria por la estabilidad regional. Está reforzando su contingente militar en muchos países como Somalia además de Qatar. Con su papel que desempeña en el caso de Jerusalén, demuestra que podría luchar por los intereses del mundo islámico y de los pueblos oprimidos.

Can ACUN