Las relaciones turco-alemanas en vísperas de las elecciones en Alemania

Es muy obvio que las relaciones turco-alemanas atraviesan un cruce muy problemático antes de las elecciones que se realizarán en los próximos días. Las relaciones turco-alemanas, que se datan a un pasado histórico, nunca entrarán al proceso de conflicto por las manipulaciones de populismo ejecutando por las elecciones, ya que las relaciones entre los dos países contribuyen el uno al otro tanto por los balances geopolíticos como por las razones económicas. Alemania necesita a Turquía tanto por la seguridad internacional como por recursos energéticos mientras que Ankara necesita a Berlín por razones económicas y para abastecer elementos tecnológicos y estratégicos.

¿Por qué se deterioran las relaciones entre los dos países en los últimos períodos? De hecho siempre hay problemas pequeños entre Turquía y Alemania. Especialmente el apoyo de los alemanes a la banda terrorista PKK por mucho tiempo y las preocupaciones sobre las actividades en Turquía de las fundaciones alemanas han causado problema desde hace mucho tiempo. Pero, no se ha dado oportunidad a dichas problemas de romper las relaciones entre los dos países. Cuando se analiza la razón de la tensión en el último período, el problema comenzó en un acuerdo sobre los refugiados sirios firmado entre Turquía y la Unión Europea hace un año. El hecho de que la Unión Europea no obedezca el Protocolo Turquía-Unión Europea, ratificado en 2016, primero ha afectado a las relaciones turco-alemanas. Además Alemania y otros países europeos se opusieron al proceso de referéndum, iniciado en abril de 2017 en Turquía, por razones de políticas interiores, y esta postura causó problemas políticas entre Ankara y Berlín. El hecho de que Alemania proteja a los miembros golpistas y sus apoyadores, que huyeron de Turquía tras la intentona golpista del 15 de julio, han tensado mucho las relaciones.

Además, Ankara reacciona contra que los políticos alemanes han adoptado una postura populista por las elecciones, que se celebrarán el 24 de septiembre, y han acusado en todo momento a Turquía. En este marco, los políticos alemanes, ante todo la canciller Ángela Merkel, han defendido que se debe suspender el proceso de negociaciones de Turquía con la Unión Europea. Merkel, además, indicó que ya no se debe negociar la Unión Aduanera con Turquía. Aparte de esto, el Gobierno alemán ha puesto limitaciones a Turquía sobre el envío de tecnología militar y la venta de armas a Turquía.  En contra de esta, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, criticó a Merkel por sus declaraciones y actitudes injustificadas, y convocando a los electores turcos en Alemania, les pidió que pongan su reacción. Por sus partes, los políticos alemanes acusaron a Turquía de intervenir en Alemania. Puesto que los políticos alemanes mostraron la misma reacción durante el proceso de referéndum en Turquía, y Berlín calificó esas declaraciones como una actitud democrática.

Sin duda que también hay razones geopolíticas aparte de las razones políticas y populistas detrás de las actitudes hostiles contra Turquía. Alemania, especialmente después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, ha comenzado a adoptar una posición imperiosa para aceptar su supremacía en Europa, y ha cargado a Turquía. A pesar de que no hay ni una autorización, ha comenzado a tomar decisiones unilaterales sobre Turquía en nombre de la Unión Europea.

En conclusión, el empeoramiento de las relaciones turco-alemanas no sólo dañará a una parte sino que también el aumento de la tensión no será para el bien de ambas partes por razones mencionadas arribas. La política racional atraviesa el mejoramiento de las relaciones bilaterales. Alemania debe cambiar su política sobre Turquía y debe adoptar una línea diplomática renunciando al populismo. Se espera que las relaciones turco-alemanas comiencen a suavizar tras las elecciones.