Midas, el rico rey de Frigia y el protagonista del mito más conocido de la Antigüedad

Los frigios procedentes de los Balcanes convirtieron el alrededor de Ankara después de que se debilitara el Imperio hitita a consecuencia de los ataques por las naciones marítimas en los años 1200 a.C. Los frigios comenzaron a extender rápido sus tierras. La ciudad antigua de Gordión a unos 100 kilómetros a Ankara fue convertida en capital por el rey Gordio. Los frigios tenían un alfabeto muy similar al del griego. También fueron muy poderosos en la religión. Adoraron a Cibeles, la diosa de la Madre Tierra. El lugar formado en Yazılıkaya y el valle frigio fueron el mayor centro religioso de los frigios. Hoy en día se pueden visitar los lugares construidos de las escaleras al aire libre donde se celebraron misas. Creyeron que las tumbas de forma de puerta sobre las rocas abren a la vida futura. Los frigios se desarrollaron mucho en la tecnología y economía en los siglos 9 y 8 a.C. Comenzaron a vender aquel entonces productos de alta tecnología a cuatro esquinas del mundo. La fíbula, que se denomina todo tipo de piezas metálicas utilizadas en la antigüedad para unir o sujetar algunas de las prendas que componían el vestido, fue descubierta por los frigios. Compraron materia prima y vendieron productos industriales. Fueron muy exitosos en la producción de aparatos tan que los países lejanos comenzaron a utilizar sus productos. Tener estos productos desarrollados se consideraba como un prestigio. El rey Gordio, padre de Midas, provino de esta aldea.

Un adivino dice que será rey la primera persona que llega en carreta a la ciudad la mañana siguiente después de fallecer el rey. Gordio es la persona afortunada. Cuando llega a la ciudad, se sorprende con la alegría del pueblo y se elige rey. Luego, dedica la carreta a Zeus y la coloca en frente del templo construido por él. Atar la carreta con el nudo gordiano. Según la leyenda, quien corta el nudo dominará el mundo. Alejandro Magro llega a Gordión durante la guerra contra los persas. Analiza la carreta y el nudo y corta el nudo con su espada. Alejandro Magno, quien sigue su viaje hacia el oriente, llega a la India y domina el aquel entonces mundo.

Cuando Midas asciende al trono, la dinastía frigia alcanza la cima de su fuerza. Se difunden leyendas sobre Midas en cuatro esquinas del mundo. La más famosa de estas es que tiene el poder de convertir en oro todo lo que toque. Midas, quien le otorga el jurado en un concurso de música, le gusta la flauta del cabro Pan en lugar de la música del rey Apolo. Apolo se puso tan furioso ante el desconocimiento sobre el talento musical que convirtió sus orejas en las de un burro. Midas está avergonzado de esta circunstancia y decidió desde entonces cubrirse la cabeza con el tocado tradicional en Frigia. Sólo su barbero conoce su deformidad y está obligado a guardar el secreto, pero el peso de la promesa fue tal que no puede resistirlo e hace un agujero en la tierra en el que susurra que “Midas tiene orejas de burro". Midas, quien mendiga a Apolo para devolverle sus orejas, le pide a tomar todo su riqueza. Apolo cumple su deseo y destruye su estado. Y se dice que se suicida bebiendo sangre de toro. A la ceremonia fúnebre llegan huéspedes a cuatro esquinas del país. Se ofrece una cena fúnebre. Las muestras de las comidas y bebidas en la cena se colocan al lado de la tumba dentro de las tazas de cobre. Los arqueólogos obtienen el menú en banquete gracias a estas tazas. Y se saben que se come arroz de lentejas y se bebe vino de miel.

Otra leyenda sobre Midas habla de su toque de oro. Un día Sileno, amigo del dios Dionisio, se queda dormido en el jardín de rosas del rey Midas. Cuando a la mañana siguiente los jardineros lo descubren. Después de una semana como huésped del rey Midas, Sileno regresa junto a Dionisio. Ante la alegría por el regreso de su amigo, Dionisio le ofrece a Midas el cumplimiento de cualquier deseo que quiere a modo de recompensa por cuidas de Sileno. Ya Midas tiene el poder de convertir en oro todo lo que toque. Pero no puede alimentarse porque los alimentos que pretenden consumir se convierten en oro. Pero luego Midas reza a Dionisio para liberarse de esta situación. Dionisio le contesta a Midas: “Ve a la montaña en busca de un río de nombre Pactolo y sumerge tu cabeza en su fuente y lávala con sus aguas". Cuando Midas pone su cabeza bajo la fuente del río, la maldición lo abandona instantáneamente. En tanto, todavía se extrae oro en dicho río.

En las inmediaciones de la ciudad antigua de Gordión se encuentran centenares de túmulos. En estos túmulos primero se construyó una habitación de tumba. Y se formó una colina de tierra similar a una pirámide. En la cumbre de la colina se colocó una estatua representativa a Men, rey de los frigios. Estas colinas sobreviven hasta hoy, pero se vuelven pequeños con el efecto de lluvias y nieves. Los arqueólogos dicen que las cimas fueron 20 veces más grande de lo actual. La habitación de tumba de madera del rey Midas es el edificio de madera más antiguo conocido del mundo. Justo al lado de la tumba se encuentra el museo de Gordión. Centenares de mesas de madera y otros materiales en la tumba se exponen en el Museo de Civilizaciones de Anatolia en Ankara.