Aniversario del Consejo de Europa

Turquía que se hizo miembro del primero en 1949, todavía es un país candidato a la UE

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Aniversario del Consejo de Europa

¿Cuál es el sentido para los europeos del Consejo de Europa que luce su emblemático edificio en la ciudad francesa de Estrasburgo?
El objetivo del órgano fundado en 1949 es defender los derechos humanos, la democracia y la supremacía de derecho. Su misión es ser el protector de los derechos humanos, servir de la conciencia del continente. En este sentido oyemos con frecuencia El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el órgano del Consejo de Europa.

Un aspecto elemental de la cooperación de Turquía con el Consejo de Europa lo constituye el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). El poder judicial del TEDH está en una posición sobre el derecho nacional como dice el artículo 90 de nuestra Constitución. Es decir, regirán las disposiciones en los convenios internacionales en el supuesto de que la normativa nacional contenga diferencias a las disposiciones de los convenios internacionales de derechos humanos en el caso de las libertades básicas. De este modo, el sistema jurídico de Turquía se desarrolla de forma coordinada siempre con los Estatutos del TEDH en derechos humanos que recibe sus poderes de la Convención Europea de Derechos Humanos remodelada por 47 países. En este contexto, se siguen no sólo las resoluciones del Tribunal sobre Turquía, sino también las relacionadas con otros países y se reflejan en su caso a las normativas nacionales turcas.

El concepto “derechos humanos” está valorado como el conjunto de derechos de los humanos, por ser individuos. Estos derechos incluyen el total de los derechos y libertades básicos en el derecho interior y los temas del derecho internacional. Como le interesa a toda la humanidad, se requiere la protección de estos derechos en la plataforma internacional.

Los estudios para la protección internacional de los derechos humanos corresponden a finales del siglo XIX y a primeros de XX. La inclusión de derechos humanos en el derecho internacional coincide con el tratado de Naciones Unidas. Aunque este tratado se refiere frecuentemente a los derechos humanos, no contiene una explicación sobre cuáles son los mismos. Por este motivo, fue establecida una Comisión de Derechos Humanos dependiente del Consejo Económico y Social de la ONU. El borrador elaborado por la Comisión para este fin, fue ratificado como Declaración Universal de Derechos Humanos según la resolución de la Asamblea General del 12 de diciembre de 1948. Como esta declaración no es autovinculante como manda la resolución y no regular ningún mecanismo de garantía, los trabajos posteriores intentaron eliminar estas faltas. En este marco hay dos regulaciones nuevas a dos niveles: “Convención sobre Derechos Individuales y Políticos” y “Convención de Derechos Económicos, Sociales y Culturales” a nivel universal; “Convención de Derechos Humanos América y Africa” y “Convención Europea de Derechos Humanos” a nivel local.

La Convención Europea de Derechos Humanos es distinta a otros tratados. Por lo tanto, la convención que se aborda como la constitución de derechos humanos es la “Convención Europea de Derechos Humanos”. Los rasgos que aseguran esta diferencia es que los artículos de la convención son ciertos, definitivos, detallados y directamente aplicables.

¿Pudo ser la conciencia del continente, el Consejo de Europa que tiene un tribunal para protección de derechos humanos y que celebre su 64 cumpleaños? Cuesta explicar la presencia de estados conocidos por sus violaciones de derechos humanos entre los miembros de una organización cuya misión es proteger la democracia y los derechos humanos. Es de menester recordar que la Institución no se comporta suficientemente recta en este sentido.


A lo mejor es polémico si el CE es la conciencia institucional del continente. Pero es indiscutible para Thorbjorn Jagland elegido al secretario general del consejo en 2009 para 5 años. Advierte a Europa que se ocupa de crisis económica de un problema mucho más importante: xenofobia y racismo: “Los emigrantes son nuevo recurso de energía y frescas ideas. Europa los necesita para competirse con el mundo.”

El secretario general Thorbjörn Jagland subraya la necesidad de albergar la diversidad étnico-religiosa en una entrevista en el portal humanrightseurope.org. “En el tiempo actual, la gente quiere más de una identidad. Las sociedades deben abrazarse con la diversidad y aceptar que una persona puede ser “semieuropea”, turco-alemana, afro-francesa o anglo-asiática”. Y a lo mejor está ofreciendo la solución más simple para prevenir el racismo y xenofobia en Europa: “Para abrazarse debidamente con la diversidad, los que se alojan aquí desde hace mucho tiempo, tienen que ser aceptados como ciudadanos. Sin considerar religión, cultural o etnia, los individuos deben ser iguales ante las leyes, instituciones y otros ciudadanos. De la misma manera, cada individuo debe respetar la supremacía de derecho y los valores comunes que forman la identidad europea”.

El secretario general Jagland hace un llamado a los líderes políticos europeos y les pide que luchen contra la xenofobia y a sus electores les pide que “digan la verdad”.
“Debemos resistir a la culminación de los partidos antiinmigrantes y antieuropeos. Debemos oponernos a los líderes políticos que no pueden resistir al racismo y que no se abrazan con los beneficios de la diversidad. Los líderes europeos tienen la obligación de decir la verdad a sus ciudadanos. Europa siempre ha sido un continente multiconfesional y multiétnico, pero no es suficiente aceptar el mosaico cultural del continente, debemos abrazarnos con ello”.
¡Vaya la verdad!
Todos saben que los expedientes de denuncias acumuladas en el Tribunal de Derechos Humanos no cambiarán en corto tiempo a los estados europeos, ni pondrán fin a las violaciones de derechos humanos. Todos saben que las organizaciones internacionales como la ONU viven su propios problemas internos y varios estados salen “con más razón” debido a su fuerza.

Esperamos que las palabras de Jagland todavía puedan crear un efecto positivo.

¿Cuál es el sentido para los europeos del Consejo de Europa que luce su emblemático edificio en la ciudad francesa de Estrasburgo?
El objetivo del órgano fundado en 1949 es defender los derechos humanos, la democracia y la supremacía de derecho. Su misión es ser el protector de los derechos humanos, servir de la conciencia del continente. En este sentido oyemos con frecuencia El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el órgano del Consejo de Europa.

Un aspecto elemental de la cooperación de Turquía con el Consejo de Europa lo constituye el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). El poder judicial del TEDH está en una posición sobre el derecho nacional como dice el artículo 90 de nuestra Constitución. Es decir, regirán las disposiciones en los convenios internacionales en el supuesto de que la normativa nacional contenga diferencias a las disposiciones de los convenios internacionales de derechos humanos en el caso de las libertades básicas. De este modo, el sistema jurídico de Turquía se desarrolla de forma coordinada siempre con los Estatutos del TEDH en derechos humanos que recibe sus poderes de la Convención Europea de Derechos Humanos remodelada por 47 países. En este contexto, se siguen no sólo las resoluciones del Tribunal sobre Turquía, sino también las relacionadas con otros países y se reflejan en su caso a las normativas nacionales turcas.

El concepto “derechos humanos” está valorado como el conjunto de derechos de los humanos, por ser individuos. Estos derechos incluyen el total de los derechos y libertades básicos en el derecho interior y los temas del derecho internacional. Como le interesa a toda la humanidad, se requiere la protección de estos derechos en la plataforma internacional.

Los estudios para la protección internacional de los derechos humanos corresponden a finales del siglo XIX y a primeros de XX. La inclusión de derechos humanos en el derecho internacional coincide con el tratado de Naciones Unidas. Aunque este tratado se refiere frecuentemente a los derechos humanos, no contiene una explicación sobre cuáles son los mismos. Por este motivo, fue establecida una Comisión de Derechos Humanos dependiente del Consejo Económico y Social de la ONU. El borrador elaborado por la Comisión para este fin, fue ratificado como Declaración Universal de Derechos Humanos según la resolución de la Asamblea General del 12 de diciembre de 1948. Como esta declaración no es autovinculante como manda la resolución y no regular ningún mecanismo de garantía, los trabajos posteriores intentaron eliminar estas faltas. En este marco hay dos regulaciones nuevas a dos niveles: “Convención sobre Derechos Individuales y Políticos” y “Convención de Derechos Económicos, Sociales y Culturales” a nivel universal; “Convención de Derechos Humanos América y Africa” y “Convención Europea de Derechos Humanos” a nivel local.

La Convención Europea de Derechos Humanos es distinta a otros tratados. Por lo tanto, la convención que se aborda como la constitución de derechos humanos es la “Convención Europea de Derechos Humanos”. Los rasgos que aseguran esta diferencia es que los artículos de la convención son ciertos, definitivos, detallados y directamente aplicables.

¿Pudo ser la conciencia del continente, el Consejo de Europa que tiene un tribunal para protección de derechos humanos y que celebre su 64 cumpleaños? Cuesta explicar la presencia de estados conocidos por sus violaciones de derechos humanos entre los miembros de una organización cuya misión es proteger la democracia y los derechos humanos. Es de menester recordar que la Institución no se comporta suficientemente recta en este sentido.


A lo mejor es polémico si el CE es la conciencia institucional del continente. Pero es indiscutible para Thorbjorn Jagland elegido al secretario general del consejo en 2009 para 5 años. Advierte a Europa que se ocupa de crisis económica de un problema mucho más importante: xenofobia y racismo: “Los emigrantes son nuevo recurso de energía y frescas ideas. Europa los necesita para competirse con el mundo.”

El secretario general Thorbjörn Jagland subraya la necesidad de albergar la diversidad étnico-religiosa en una entrevista en el portal humanrightseurope.org. “En el tiempo actual, la gente quiere más de una identidad. Las sociedades deben abrazarse con la diversidad y aceptar que una persona puede ser “semieuropea”, turco-alemana, afro-francesa o anglo-asiática”. Y a lo mejor está ofreciendo la solución más simple para prevenir el racismo y xenofobia en Europa: “Para abrazarse debidamente con la diversidad, los que se alojan aquí desde hace mucho tiempo, tienen que ser aceptados como ciudadanos. Sin considerar religión, cultural o etnia, los individuos deben ser iguales ante las leyes, instituciones y otros ciudadanos. De la misma manera, cada individuo debe respetar la supremacía de derecho y los valores comunes que forman la identidad europea”.

El secretario general Jagland hace un llamado a los líderes políticos europeos y les pide que luchen contra la xenofobia y a sus electores les pide que “digan la verdad”.
“Debemos resistir a la culminación de los partidos antiinmigrantes y antieuropeos. Debemos oponernos a los líderes políticos que no pueden resistir al racismo y que no se abrazan con los beneficios de la diversidad. Los líderes europeos tienen la obligación de decir la verdad a sus ciudadanos. Europa siempre ha sido un continente multiconfesional y multiétnico, pero no es suficiente aceptar el mosaico cultural del continente, debemos abrazarnos con ello”.
¡Vaya la verdad!
Todos saben que los expedientes de denuncias acumuladas en el Tribunal de Derechos Humanos no cambiarán en corto tiempo a los estados europeos, ni pondrán fin a las violaciones de derechos humanos. Todos saben que las organizaciones internacionales como la ONU viven su propios problemas internos y varios estados salen “con más razón” debido a su fuerza.

Esperamos que las palabras de Jagland todavía puedan crear un efecto positivo.

 


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