Historia del reciclaje de los residuos metálicos

Los metales, generados por la purificación de diversas minerales que forman la Tierra, constituyen una importante pieza de nuestra vida. Es posible ver metales de diferentes tipos en cada lugar desde los edificios hasta los automóviles y desde los utensilios de cocina hasta los aparatos electrónicos. Estos metales cuya transformación de los recursos naturales es muy costosa llevan características reciclables. El reciclaje de metales es un método tan efectivo tanto para la protección de los recursos naturales como el ahorro de energía.

El reciclaje de los paquetes metálicos tal como latas de bebida metálicas, conservas metálicas y latas de aceite reduce la energía gastada en la producción. La energía obtenida del reciclaje de solamente una lata de bebida metálica es capaz de hacer funcionar durante 20 horas una bombilla de 100 vatios. El reciclaje de los residuos metálicos también lleva una importancia sustancial para la limpieza ambiental, junto al ahorro de energía. El reciclaje del aluminio, que asegura una reducción de 95% en el consumo de energía, reduce el 90% la contaminación aérea y el 97% la contaminación hídrica. En la producción de acero si se utilizan los desechos de acero, disminuye un 25% las contaminaciones aérea e hídrica, y un 40% el consumo de agua.

El primer y más importante paso del reciclaje de metales, que tienen muchas ventajas, es la descomposición de los residuos en su origen. Para un reciclaje efectivo tenemos que recolectar los residuos metálicos tal como aluminio, acero y cobre sin mezclarlos con basuras. Los residuos, que se recolectan de este modo, se acumulan en cajas de reciclaje y se envían a las plantas de reciclaje donde se convierten en un recurso valioso.

No olvidemos que el contribuir al reciclaje es la responsabilidad de todos nosotros para el futuro del mundo y la economía de nuestro país.