Italia ya harta de confrontar a solas la crisis de refugiados

Este año sobrepasó los 57.000 el número de refugiados que pasaron del Oriente Medio y África a Italia.

Pese a la propuesta de la Comisión Europea de enviar a los refugiados a todos los países miembros, los otros países no son muy ávidos por aplicar esta solución.

Los controles fronterizos en Alemania, Austria y Francia se hicieron más estrictos en los últimos tres días.

Los ministros del Interior de la Unión Europea se reunirán el martes en Luxemburgo para ver si son ávidos por acoger a los refugiados ilegales.

El premier italiano, Matteo Renzi, hizo una advertencia antes de la reunión diciendo que pondrán en marcha su plan B en caso de que los demás países miembros no abren sus fronteras.

El ministro de Interior italiano, Angelino Alfano, por su parte que si los refugiados no se envían también a otros países, los miembros comunitarios se encontrarán con una Italia diferente.

“Compartimos igualmente la carga o establecemos un campamento de refugiados en Libia o les devolveremos directamente a sus países de origen”, aseguró Alfano.

Por otro lado, el Gobierno de Renzi fundó tiendas de campaña cerca de una estación de trenes de Roma y en Milano.