Los Turcos que Dejaron Huella en el Mundo (21/2014)

Al Farabi, que se conoce como “Muallim-i Sani” (Segundo Maestro) y “el-Feylesuf et-Türki” (Filósofo Turco), es uno de los mayores filósofod de los mundos turco e islámico

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Los Turcos que Dejaron Huella en el Mundo (21/2014)


Abu Nasr Muhammad ibn Muhammad ibn Tarjan ibn Uzalag es el nombre real de Al Farabi, que es uno de los mayores filósofos de los mundos turco e islámico, y que se conoce en algunas fuentes como “Muallim-i Sani” (Segundo Maestro) y “el-Feylesuf et-Türki” (Filósofo Turco). El padre de Al-Farabi, que se estima que nazca en los años 870 en las inmediaciones de la ciudad de Farab de Turquestán (actual Turkmenistán), fue un comandante de fortaleza proveniente de la tribu turca. Al Farabi, que primero estudió en Merv, luego intentaba completar su educación al lado de los sabios mayores en Bagdad. Al Farabi conoció la lógica de Aristóteles. Luego, se intensificó en las áreas de lógica y filosofía en Harrán, y de nuevo regresó a Bagdad. Esta vez comenzó a analizar más profundamente las obras de Aristóteles y Platón. A continuación, llegó a Damasco y Egipto. Cuando regresó a Bagdad, Al Farabi fue respetado mucho por el sultán de los hamdaninas en Alepo y Damasco. Ahí se alejó un poco tiempo en el palacio y falleció en Damasco en 951.

Al-Farabi, que habló perfectamente el árabe y el persa como su idioma natal, el turco, tiene más de 100 obras. Al Farabi, que escribió obras sobre la filosofía, la lógica, la moralidad, la psicología, el método, la clasificación de las ciencias, la física, la química, la astronomía, la geometría, la política, la sociología, el misticismo, el poema, la música, la lingüística y la oratoria, se conoce como la primera persona, que presenta una idea sobre la educación directa por primera vez en la historia turca. Pero, esta característica de Al-Farabi, que se conoce más como un filósofo, se descartó por muchos investigadores. No obstante, las ideas de Al-Farabi sobre la educación constituyeron fuente de inspiración para los científicos occidentales como Jean-Jacques Rousseau.

El punto más importante, que le diferenció Al-Farabi a otros filósofos, fue su esfuerzo de conciliar la filosofía griega con la de la islámica. Mientras Al-Farabi creó notas en las ideas filosóficas de Aristóteles, por otro lado, intentaba expresar la filosofía islámica. Además, Al-Farabi, que presentó una idea diferente entre la educación y enseñanza, clasificó la calidad didáctica. Al-Farabi dice que las sociedades generan las virtudes sociales gracias a la “educación”, generan los “méritos morales” y los “artes laborales” gracias a la “enseñanza”.

Al-Farabi, al mismo tiempo, expresó sus opiniones sobre el estado y la política. Según Al-Farabi, un estado ideal se basa en los principios de información y virtud. Estos dos elementos, información y virtud, al mismo tiempo son las condiciones de ser feliz. El gobernador debe seguir un “medio justo” como un maestro. Pero, para ser un gobernador bueno hay que tener algunas características tal como salud, inteligencia, memoria, elocuencia, honestidad, espíritu sublime y justicia. Excepto de estas características, un gobernador hay que saber bien el arte bélico, y las reglas de ser un gobernador hay que enseñarse al pueblo.

El tema de “método”, uno de los importantes temas de las actuales investigaciones científicas, halla lugar entre los temas en que hizo hincapié Al-Farabi. Según Al-Farabi, el “método” es una ciencia en sí misma, y antes de investigar los problemas, debemos saber que todos los métodos son un arte y necesitamos una ciencia que distingue los métodos diferentes.

Al-Farabi alegó opiniones diferentes de otros sabios de su época sobre el origen y la aparición del idioma. Él defiende que el idioma surge acompañado por los fenómenos biológicos y antropológicos. Al-Farabi opina que el idioma surgió gradualmente con el aumento de sus necesidades y el desarrollo de la capacidad de comprensión del humano. Él, como Platón y Aristóteles, piensa que el humano primero utilizó el lenguaje de signos, y luego comenzó hablar con voz. Según Al-Farabi, la formación y el desarrollo del idioma fueron posibles con una alianza social. En otras palabras, las personas, que viven en la misma región, comenzaron a salir voces cuya expresión fue muy fácil de acuerdo con sus estructuras fisiológicas, y trataban comunicar entre ellos.

Es muy explicativo el estilo de expresión de Al-Farabi, que se centró en los temas tan profundos y difíciles. Para mostrarlo será suficiente leer las frases de Avicena. El filósofo grande Avicena dice que leyó y memorizó por cuarenta veces la traducción de la obra de “Metafísica” de Aristóteles, pero no pudo comprenderla. Y escribe que comprendió totalmente el tema después de leer la traducción y las expresiones de Al-Farabi que compró por casualidad y precio barato.

Henry Corbin, el científico occidental conocido con sus estudios sobre la filosofía islámica, menciona sobre la personalidad de Al-Farabi: “Al-Farabi fue una inteligencia mística y religiosa de dimensión profunda. Vivió dentro de la simplicidad tan grande, además se vistió las ropas de los sufíes. Se retiró en reclusión a menudo al alejarse del ruido del mundo por haber tenido una personalidad que prefirió estar a solas con sus sentimientos. Sin embargo, disfrutó participar en las comunidades musicales. Se interesó mucho en la música. Nos dejó una obra titulada “Un tratado de música” tan grande que esta obra se considera como la obra más importante de la teoría musical de la Edad Media”.

 


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