La Historia Europea y Los Turcos (52/2014)

Se sabe que en la cultura de la Antigua Grecia, se organizaron, a partir del siglo VIII, los juegos deportivos en la ciudad de Olimpia, ubicada en la península de Mórea. Estos juegos se realizaban generalmente en los meses de agosto y septiembre. Los deportistas de diferentes estados de ciudad asistían a los juegos. A lo largo de los juegos olímpicos, los estados participantes suspendían las guerras entre ellos. Por este aspecto, los juegos olímpicos no eran sólo una competición deportiva sino también eran una actividad social, que servía a la paz y diversión. Pero los juegos olímpicos se percibieron como un resto del mundo pagano después de que el cristianismo se extendiera en Grecia. Los juegos olímpicos se prohibieron en el año 390 d.C oficialmente por el emperador romano Teodosio I al considerarlos en contra del cristianismo.

Las Olimpiadas ocuparon de nuevo la agenda a finales del siglo XIX, cerca de 1500 años desde su prohibición. Se resolvió celebrar de nuevo la organización olímpica mediante las actividades del barón Pierre de Coubertin, aficionado al deporte, considerado uno de los pocos ricos de Francia. Coubertin tenía como objetivo impedir, mediante el deporte, las batallas sangrientas, que continuaron muchos años en Europa. A este propósito, fundó el Comité Olímpico Internacional con miras a convertir las Olimpiadas en un valor común de todo el mundo. Y en el año 1896, inició las primeras Olimpiadas en la capital griega de Atenas, donde habían arrancado las Olimpiadas. Solamente 241 deportistas de 14 países acudieron a estos primeros juegos olímpicos. Coubertin hizo más esfuerzos para que participaran los países en los Juegos Olímpicos, que iban a realizarse cada cuatro años. Y por lo tanto, se puso en contacto con Selim Sırrı Tarcan del Imperio otomano. Coubertin eligió los anillos entrelazados de cinco distintos colores como el símbolo de las Olimpiadas. Le dio a cada color un significado: El azul representaba a Europa, el amarillo a Asia, el negro a África, el verde a América y el rojo a Australia. El entrelazamiento de los anillos indicaba que los cinco continentes podrían vivir en paz a través del deporte.

Selim Sırrı Bey, a quien Coubertin solicitó fundar el Comité Olímpico Otomano, había nacido, en el año 1874, en Larisa, que era la tierra otomana en aquel período y que se encuentra actualmente dentro de la frontera griega. Selim Sırrı, cuyo padre era oficial y que perdió la vida cuando su hijo tenía dos años, se crió como huérfano. Él y su madre emigraron a Estambul después de que su ciudad de nacimiento Larisa se ocupara por los griegos en 1881. Se inscribió allí en el liceo de Galatasaray. Pero Selim Sırrı fracasó en todas las clases, menos la gimnasia en el liceo de Galatasaray, en Estambul. Sin embargo, su talento y éxito en el deporte se dieron cuenta por los profesores de gimnasia. Selim Sırrı, quien debió abandonar el liceo de Galatasaray, se inscribió en la Academia Militar Turca. Selim Sırrı, quien se graduó como un oficial, escribió artículos sobre la gimnasia en la ciudad de Esmirna, su primer lugar de trabajo, y dio clases de gimnasia en distintas escuelas de Esmirna. Fue designado a Estambul en el año 1901. Dio clases de gimnasia en varios colegios militares y civiles en Estambul. En 1907, Monsieur Juery, amigo de Selim Sırrı, y al mismo tiempo profesor de francés en el liceo de Galatasaray, le presentó a él al barón Pierre de Coubertin en Estambul. Coubertin le pidió a Selim Sırrı Tarcan fundar un Comité Olímpico Otomano y asegurar la asistencia del Imperio otomano en las Olimpiadas. Pero en 1908, se proclamó la Segunda Era Constitucional dentro de los disturbios en el Imperio otomano. En este proceso, las amplias masas se dieron cuenta del talento de oratoria de Selim Sırrı Tarcan, quien relató el régimen de la Era Constitucional y la importancia de la libertad en las reuniones al aire libre ante las grandes multitudes. Estableció el Comité Olímpico Otomano en el año 1908. Se envió a Suecia en la Segunda Era Constitucional. Allí, comenzó a cursar en la Academia Real de Gimnasia y Gimnástica Militares de Suecia, y se graduó en 1911. Tuvo influencia en el transporte de la gimnástica sueca a Turquía. En 1909, Selim Sırrı Tarcan acudió a la reunión en Berlín con el título de secretario general del Comité Olímpico Otomano. El Imperio otomano participó con un gimnasta en la cuarta edición de los Juegos Olímpicos, llevada a cabo en 1908, en Londres. Y a las Olimpiadas de Estocolmo de 1912, el Imperio otomano asistió con dos gimnastas. Se les prohibió a Alemania, Austria, Bulgaria, Hungría y el Imperio otomano, los estados derrotados en la Primera Guerra Mundial, a participar en las Olimpiadas, efectuadas en el año 1920 en la ciudad belga de Amberes. Estas olimpiadas, celebradas en Amberes, se titularon como las “Olimpiadas de los triunfantes”. Esta actitud se criticó por haber estado en contra del espíritu del deporte y las Olimpiadas. A pesar de ello, no se pudo impedir que se hicieran políticas con las Olimpiadas. Las Olimpiadas de Berlín de 1936 se convirtieron en la demostración de fuerza de Hitler. Los deportistas de los estados vencidos en la Segunda Guerra Mundial no se aceptaron a los Juegos Olímpicos como se lo hizo después de la Primera Guerra Mundial. Las Olimpiadas de Moscú de 1980 concluyeron con la protesta contra los estados occidentales y con la no permisión de su asistencia a las Olimpiadas debido a la ocupación de Afganistán por Rusia.

Selim Sırrı Tarcan le envió una carta a Coubertin, y de esta manera desempeñó un importante papel en la participación de nuevo en las Olimpiadas de Turquía, que triunfó en la Guerra de la Independencia. La joven República de Turquía dio gran importancia a la octava edición de los Juegos Olímpicos, celebrada en el año 1924, en París, para la presentación de la República de Turquía, fundada en 1923. El grupo turco, compuesto por 40 personas de las categorías de esgrima, atletismo, ciclismo, lucha, halterofilia y futbol, asistió a las Olimpiadas de París pese a los limitados medios económicos de aquel tiempo.

Selim Sırrı Tarcan, que presidió el Comité Olímpico Nacional de Turquía durante muchos años, hizo grandes esfuerzos para la extensión del deporte y para la entrega de las clases de gimnasia en las escuelas a lo largo de su vida. Tanto en el período otomano como en los primeros años de la República, escribió numerosos artículos y libros en varios periódicos y revistas sobre la importancia del deporte en la vida social y la contribución de las Olimpiadas a la paz mundial. Los artículos, que escribió, se publicaron en los órganos de medios de comunicación como Ictihad, Ikdam, Şehbal y Hayat, los boletines y revistas más importantes del período. Selim Sırrı Tarcan, después, operó en la política como diputado por la ciudad de Ordu, en el período de la República. Cuando era el diputado por Ordu, mostró su talento de arengar en las conferencias, que ofreció al aire libre ante el pueblo en esta ciudad. Los discursos dictados por él aseguraron que las amplias masas le quieran a él y que la República de Turquía acudiera en cada Juegos Olímpicos. El espíritu olímpico, iniciado por Selim Sırrı, en Turquía, llegó en los recientes años al punto de celebrar las Olimpiadas en Estambul.