La Historia Europea y Los Turcos (4/2014)
Los selyúcidas, que fundaron su estado en el siglo XI en el este del mar de Aral en Asia Central, entraron primero en la zona iraní de Jorasán, después en el Cáucaso, y luego en Anatolia tras la victoria de Manzikert, obtenida frente al Imperio bizantino en 1071
El Imperio selyúcida fue el primer Estado turco fundado en las tierras de Anatolia. Los que fundaron el Imperio selyúcida pertenecían a la dinastía selyúcida que permaneció entre los años 1040 y 1308. Esta dinastía era parte del clan Kınık de la tribu turca Oghuz. Los selyúcidas, que fundaron su estado en el siglo XI en el este del mar de Aral en Asia Central, entraron primero en la zona iraní de Jorasán, después en el Cáucaso, y luego en Anatolia tras la victoria de Manzikert, obtenida frente al Imperio bizantino en 1071. Lo que diferenciaba a los turcos selyúcidas de otros turcos que llegaron del norte del mar Negro a Europa era que eran musulmanes. Además, los turcos selyúcidas iniciaron el poder en Anatolia y pudieron acoger a otros pueblos allí mientras que los turcos, que llegaron del norte del mar Negro, desaparecieron en otras naciones europeas.
Los turcos selyúcidas encontraron a Anatolia dañada y abandonada en gran dimensión cuando arribaron allí a finales del siglo XI. La causa de eso eran las batallas de larga duración del Imperio bizantino en los siglos VI y VII contra el Imperio iraní sasánida y contra los musulmanes tras la aparición del Islam en el año 622. El Imperio bizantino perdió en la segunda mitad del siglo VII, ante los musulmanes, Egipto, Palestina, Siria, Irak y Anatolia del Sudeste, las tierras más importantes del imperio. Los musulmanes se afluyeron hasta Anatolia y hasta Estambul también durante los períodos de los omeyas y abasíes. Es decir, el Imperio bizantino tuvo batallas más violentas en estas tierras a lo largo de seis siglos antes de la llegada de los turcos a Anatolia. Por lo tanto, se redujo la población en el territorio anatoliano, y las ciudades se convirtieron en ruinas. La presencia política de Bizancio siguió en las ciudades fortificadas en Anatolia. Este proceso continuó desde la batalla de Manzikert el año 1071, a través de la que las puertas de Anatolia se abrieron a los turcos, hasta la de Miriocéfalo en 1176, que confirmó que Anatolia se hizo la patria turca. Pero las invasiones turcas en Anatolia eran diferentes a las de los sasánidas, omeyas y abasíes. Otras tribus regresaron a sus países tras obtener botines en sus expediciones militares a Anatolia, pero los turcos selyúcidas convirtieron Anatolia en la patria con una inmigración después de su victoria militar.
En este movimiento migratorio, no sólo los grupos turcos nómadas sino también los aldeanos y las poblaciones turcas urbanas de la región de Jorasán llegaron a Anatolia. Comenzó la reconstrucción en Anatolia tras la batalla de Miriocéfalo. Anatolia prosperó en el período de los turcos selyúcidas, especialmente en la primera mitad del siglo XIII. Ankara, Konya, Kayseri, Sivas, las ciudades anteriormente bizantinas, alcanzaron el nivel más progresado en el período selyúcida. Además, se desarrollaron las ciudades de Aksaray y Denizli. Las ciudades selyúcidas se formaban por la fortaleza interior de los dirigentes y soldados, por el área rodeada por las murallas exteriores donde habitaban los urbanos y por los barrios exteriores fuera de las murallas. La mezquita principal estaba situada en el centro de la ciudad y había el complejo social islámico-otomano alrededor de ella. Los pueblos de distintas religiones vivían juntos en diferentes barrios. Por ejemplo, los musulmanes, cristianos y judías vivían en sus propios barrios separados con paredes en la ciudad de Antalya. Las puertas construidas se abrían en el día, y de esta manera se podían establecer relaciones comerciales y sociales entre barrios. Pero por la tarde, se cerraban las puertas.
Los turcos selyúcidas se afectaron por unos aspectos por la historia de Europa Occidental. El ejemplo más importante de esta interacción eran las Cruzadas. Bizancio, que entendió que no podría detener a los turcos después de la batalla de Manzikert, solicitó ayuda a Europa Occidental. Esta petición causó el surgimiento de la idea de las Cruzadas en Europa. La Primera Cruzada comenzó en el año 1096. İznik, capital de los selyúcidas de Anatolia, fue conquistada por los cruzados un año después y el Ejército selyúcida se derrotó en Eskişehir, y los selyúcidas debieron cambiar su capital como Konya. Pero, vencieron a los cruzados en la Segunda y Tercera Cruzada realizadas a mediados y finales del siglo XII. En dichas guerras, los turcos se enfrentaron con las fuerzas de Europa Occidental por primera vez en Anatolia. Y la Cuarta Cruzada se realizó en el año 1204 contra Bizancio, no contra los turcos. Estambul fue ocupado por los europeos católicos llamados “latinos”, y Bizancio se retiró a İznik y permaneció en Anatolia Occidental a lo largo de 57 años. En este período, Bizancio reforzó su frontera oriental y adoptó la política de llevarse bien con los selyúcidas. El Imperio bizantino convirtió Estambul en la capital retomándola en 1261, y se centró en el Occidente. A consecuencia, los turcos se instalaron en Anatolia Occidental en la segunda mitad del siglo XIII y en la primera mitad del siglo XIV.
Los selyúcidas, que se beneficiaron del ambiente formado por la Cuarta Cruzada, salieron al mar conquistando Sinop en la región del Mar Negro, y Antalya y Alanya en la del Mediterráneo. Inició el comercio norteño en la región del Mar Negro, obteniendo Sudak en Crimea. Y en el sur, se firmaron acuerdos comerciales con Chipre y Venecia utilizando el puerto de Antalya. Se adquirió la seguridad de los caminos para el desarrollo comercial, y se construyeron caravasares en cada entre 35 y 40 kilómetros sobre las carreteras. El Estado compensó los daños de los comerciantes que sufrieron ataques. Se eliminaron los impuestos recibidos de los comerciantes o se estimuló el comercio con los impuestos aduaneros de 2%. Esta estabilidad política registrada por los turcos selyúcidas en Anatolia incrementó las relaciones comerciales de los comerciantes europeos con el Oriente, principalmente de los estados de ciudades italianas. Como consecuencia de eso, se animó la economía europea. La apertura europea al mundo se realizó primero con las Cruzadas después con las actividades comerciales hacia el Oriente.