Liz Truss promete prontas medidas contra la crisis energética
La nueva primera ministra británica aseguró que sus principales prioridades serán la economía, la energía y la salud
LONDRES
La nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, anunció este martes 6 de septiembre que tomará medidas para hacer frente a la crisis energética esta semana.
En declaraciones a los medios frente a la Oficina del Primer Ministro, 10 Downing Street, Truss informó que sus tres prioridades principales son hacer crecer la economía a través de recortes de impuestos y reformas, abordar la crisis energética y mejorar los servicios del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés).
“Tomaré medidas esta semana para lidiar con las facturas de energía y asegurar nuestro futuro suministro de energía”, dijo Truss.
“Reduciré los impuestos para recompensar el trabajo duro e impulsar el crecimiento y las inversiones, dirigidas por los negocios”, agregó Truss y señaló que “dirigiré la reforma en mi misión para que Reino Unido funcione, construya y crezca”.
Indicó que se asegurará de que las personas puedan obtener citas médicas y los servicios que necesitan del NHS.
“Pondremos nuestro servicio de salud sobre una base firme, cumpliendo [con nuestros compromisos] en economía, energía y el NHS”, añadió Truss.
“Transformaremos Gran Bretaña en una aspiración, con empleos altamente pagados, calles seguras y donde todos en todas partes tienen las oportunidades que se merecen”, enfatizó.
Truss señaló que “podemos reconstruir nuestra economía y que podemos convertirnos en la brillante Gran Bretaña que sé que podemos ser”.
“Por fuerte que sea la tormenta, sé que los británicos son más fuertes”, agregó.
Truss honró a su predecesor al decir: “Boris Johnson entregó el Brexit, la vacuna contra la COVID-19 y se enfrentó a la agresión rusa. La historia lo verá como un primer ministro enormemente consecuente”.
Se estima que Truss pondrá un límite a las facturas de energía hasta las próximas elecciones generales que se llevarán a cabo en dos años, una política que podría costar alrededor de GBP 100 mil millones (aproximadamente USD 115 mil millones).
Esto causaría que el Gobierno pagara a las compañías de energía por la diferencia entre el precio de mercado y el de venta a personas y empresas.
El dinero provendría de préstamos, y se pagaría a través de pagos de la deuda nacional o a través de facturas de energía a largo plazo cuando los precios volvieran a sus niveles normales.
AA
