Irlanda recuerda la ayuda del sultán Abdulmejid durante la Gran Hambruna

El pueblo irlandés nunca olvidó cómo el sultán otomano envió dinero y barcos con comida a los irlandeses que sufrieron la falta de alimentos en 1847

1360404
Irlanda recuerda la ayuda del sultán Abdulmejid durante la Gran Hambruna

AA - Las papas tienen un lugar especial en la cultura irlandesa ya que durante siglos la gente dependió de este tubérculo como su alimento básico.

Una hambruna de siete años en el siglo XIX, conocida como la Gran Hambruna o Hambruna de la Papa, mató a más de un millón de personas en Irlanda, y las historias de esa época dejaron profundas cicatrices en la psique nacional.

La hambruna en Irlanda, que estaba bajo el dominio británico en ese momento, fue provocada por el tizón de la papa o el tizón tardío, una enfermedad causada por un organismo similar a un hongo que causa colapso y descomposición.

El desastre más grande que ha sufrido Irlanda, Gorta Mor en gaélico, obligó a más de un millón de ciudadanos a emigrar a EEUU, pero aquellos que eran demasiado pobres para viajar estaban condenados a morir de hambre o enfermedades que golpearon a los débiles y desnutridos.

Al observar el sufrimiento, el filántropo inglés James Hack Tuke dijo que las personas en las áreas más afectadas estaban "viviendo, o más bien muriendo de hambre, sobre nabos, anguilas y algas marinas, una dieta que nadie en Inglaterra consideraría adecuada incluso para los más malos".

El peor año para la hambruna fue 1847, pues no se vieron mejoras en los rendimientos de los cultivos durante los primeros dos años de la peste.

Pero fue en ese momento, el peor año de la peste negra, que una ayuda inesperada llegó desde muy lejos.

 

Ayuda del sultán otomano

A miles de kilómetros de distancia, en la capital otomana de Estambul, el sultán Abdulmejid se dio cuenta del gran sufrimiento humano cuando su dentista, que vino de Irlanda, le contó sobre la desesperada situación.

El sultán rápidamente ofreció £ 10,000, algo más de un millón de libras a los valores actuales (USD 1.3 millones), para ayudar a las personas hambrientas de Irlanda.

Sin embargo, la Reina Victoria ya había ayudado a Irlanda con £ 2.000 y sus asesores en Londres se negaron a aceptar cualquier oferta que excediera la ayuda del monarca.

Frente a esta orden, el sultán Abdulmejid recortó su oferta de ayuda original y envió a Irlanda £ 1.000 en su lugar.

Sin embargo, el sultán tenía un fuerte deseo de brindar más ayuda para esta causa humanitaria.

"Estaba ansioso por hacer más, y por eso ordenó a tres barcos que llevaran comida, medicinas y otras necesidades urgentes a Irlanda", dijo Levent Murat Burhan, embajador de Turquía en Dublín, al relatar lo que sucedió después.

En declaraciones a la Agencia Anadolu, Burhan dijo que la operación de ayuda se realizó a escondidas, ya que la marina británica no permitiría que ningún barco extranjero atracara en los puertos de Dublín o Cork.

"Así que los barcos otomanos tuvieron que viajar más al norte y entregar la ayuda al puerto de Drogheda", señaló Burhan.

La ayuda se entregó a los muelles de Drogheda en la costa del río Boyne, lugar donde los lugareños aún recuerdan la generosidad del Imperio Otomano, 173 años después.

Los visitantes de los museos de Dublín pueden encontrar monumentos e información sobre esta ayuda de los turcos otomanos. Una placa en la pared de un edificio central de Drogheda, revelada en 1995 por el alcalde Alderman Godfrey y el entonces embajador turco en Irlanda, Taner Baytok, dice: "La gran hambruna irlandesa de 1847: en recuerdo y reconocimiento de la generosidad del pueblo de Turquía hacia el pueblo de Irlanda".

Durante una visita de 2010 a Ankara, la entonces presidenta de Irlanda, Mary McAleese, expresó la gratitud del pueblo irlandés por la ayuda y dijo que la gente de Drogheda había "incorporado en su escudo de armas emblemas, dentro de ellos la media luna y la estrella".

De hecho, se puede ver la emblemática media luna turca y la estrella en toda la ciudad y, sobre todo, en el emblema del equipo de fútbol local, Drogheda United.

Además de la placa de gratitud en el centro de la ciudad, la media luna y la estrella están grabadas en piedras y pintadas en una pared.

Pero tal vez la evidencia más significativa de la ayuda y la gratitud local se ve reflejada en una carta firmada por los dignatarios locales de Drogheda.

Con orgullo, el embajador Burhan mostró a la Agencia Anadolu una copia de la carta en su oficina oficial en Dublín.

La carta dice: "Nosotros, como nobles irlandeses, dignatarios y personas, presentamos nuestra gratitud al sultán otomano por su generosa ayuda para nuestro pueblo debido al desastre del hambre".

"La respuesta dada al llamado de asistencia generosamente por el sultán otomano también ha sido un modelo para los países europeos. Gracias a este comportamiento preciso, muchas personas se han librado de la muerte. Presentamos nuestra gratitud en nombre de ellos y oramos por el sultán otomano y su país para que no enfrenten ningún desastre como nosotros", señala la carta.

'Bueno, humano, generoso'

Un artículo titulado A Benevolent Sultan (Un sultán benévolo), escrito en un diario religioso, elogió la generosidad de Abdulmejid.

"Por primera vez, un soberano musulmán, que representa a numerosas poblaciones islámicas, manifiesta espontáneamente una cálida simpatía con una nación cristiana", señala el diario.

"¡Que tales simpatías, en todas las geniales organizaciones benéficas de una humanidad común, se cultiven y de ahora en adelante se mantengan entre los seguidores de la media luna y la cruz!"

Un diario irlandés nacionalista también celebró el enfoque filantrópico del sultán ante la hambruna irlandesa, y calificó a Abdulmejid como un "hombre bueno, humano y generoso".

"Creyente en el mahometanismo (Islam), actuó en el verdadero espíritu de un seguidor de Cristo, y dio el ejemplo que muchos cristianos profesantes harían bien en imitar".

El hijo irlandés James Joyce, el legendario novelista, incluso se refirió a la ayuda de Abdulmejid en su obra maestra Ulises.

"Incluso el 'Gran Turco' nos envió sus piastras", dice uno de los personajes del libro, criticando la falta de ayuda de los británicos durante esos tiempos difíciles.

Buenas relaciones entre países

El embajador Burhan ha visitado Drogheda varias veces, y cada vez recibe una cálida bienvenida de los políticos locales.

De hecho, el respeto y el amor por los turcos sigue ahí. Recordó una carrera benéfica a pie con Frank Geoffrey, entonces alcalde de Drogheda.

"Se fue a su casa y trajo una bandera turca para correr con ella", explicó Burhan.

Burhan también dijo que la embajada está trabajando en planes para un partido de fútbol benéfico entre Drogheda United y Trabzonspor, un equipo turco de la Súper Liga de la región del mar Negro.

Compartiendo los mismos colores, las dos partes se convirtieron en clubes hermanos en 2011, explicó el embajador turco, un símbolo duradero de la compasión a larga distancia entre dos pueblos.

 

*Traducido por Juan Felipe Vélez Rojas.



Noticias relacionadas