Costumbres y Tradiciones de los Turcos (15/2014)

Banquetes en la cultura turca

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Costumbres y Tradiciones de los Turcos (15/2014)

Desde los tiempos en Asia Central, como estado y nación los turcos dan importancia a ofrecer comida. Es muy importante ofrecer comida en las costumbres y tradiciones turcas. Es el indicador más significativo de la hospitalidad. En cada fase de sus vidas, por algún motivo, los turcos dan banquetes grandes invitando a muchas personas. Por ejemplo, las épocas de transición y fechas importantes en la vida de los turcos suponen ocasiones para dar banquetes. Estos son algunos de los días especiales en los que los turcos dan banquetes: tras un parto, la ceremonia de circuncisión, bodas, antes de hacer el servicio militar y a la vuelta, tras un funeral, el día 40 o 52 tras la muerte de una persona, tras un viaje de peregrinaje, en fiestas religiosas como la Fiesta de Ramadán y la Fiesta de Sacrificio, el Noruz la Fiesta de Primavera y la Fiesta de Hıdrellez.

Se cuenta entre una de las misiones más importantes del estado el alimentar a los pobres. Al leer las inscripciones de Orhun se ve que el Hakan (emperador) de los Köktürks dijo: “Di de comer a los pobres, di ropa a los que no lo tenían”, entendemos que una persona en la administración del estado alimentó y vistió a los pobres.

El clan Oğuz, otro pueblo turquíco, ofrecía comida en importantes reuniones suyas que organizaban para tomar significativas decisiones. También en los Cuentos de Dede Korkut (Abuelo Korkut), el patrimonio cultural escrito más importante de los turcos, se ve que los líderes Bayındır Khan, Dirse Khan, el Señor Kazan y otros señores dieron banquetes denominados “toy”. La palabra toy significa reunión, congregación. Pero otro significado muy generalizado de la palabra es banquete. El clan Oğuz organizaba toys en diversas ocasiones, por ejemplo después de regresar de una guerra. Gracias a los toys pudieron comer también los pobres. Los señores se valoraban y fueron respetados en su comunidad según el número de los pobres a los que daban de comer. El señor, que en los cuentos ofrece comida a los invitados, sale después de su tienda de campaña y llama a sus invitados a entrar en ella para que tomen todo lo que quieren. Entonces, todos los invitados entran y toman todo lo que quieren realizando casi un saqueo. Así los señores compartían todos sus bienes con el pueblo. Eso se llamaba “fiesta de saqueo” o “potlaç”. Esta fiesta de saqueo continuó como una tradición turca durante varios siglos.

Además de que el ofrecer comida a los demás se contaba en Asia Central entre una de las misiones del estado, a su vez, servía como indicador del poder. Esta situación era así desde los tiempos de los selyúcidas, los otomanos e incluso todavía lo es al día de hoy. En los banquetes que se daban en el Estado otomano en diversas ocasiones como bodas y ceremonias de circuncisión, también se daba de comer al pueblo. No existía cierto protocolo o una cola en los ofrecimientos al pueblo. Los ofrecimientos seguían llegando mientras continuaba la organización, es decir, las mesas nunca se quedaban vacías en los banquetes abiertos a la participación del pueblo. Además, se mandaban bandejas llenas de comida a las casas de los pobres y ancianos que no podían participar en el banquete.

Comieron más de 100.000 personas en las ceremonias de circuncisión de los príncipes Cihangir y Bayezıd, hijos del Sultán Suleimán el Conquistador (él conquistó Estambul), y en la boda de la sultana Mihrimah y Rüştem Bajá que arrancaron el 27 de noviembre de 1539 y duraron 13 días. La boda del hijo del Sultán Murad tercero, el príncipe Mehmed, duró casi dos meses y las diversiones y comidas servidas durante esa boda llenaron los libros de varios escritores. En la boda entre la sultana Ayşe, hija de Murad tercero, y Kanijeli Ibrahim Bajá realizada en 1586, se sirvió un pastel en forma de un castillo que fue tan grande que lo llevaron soldados de la Marina y se distribuyeron 4 camiones de caramelos como regalo de la pareja.

Estos banquetes se evaluaban como el indicador de la riqueza y generosidad del estado.

Una actividad interesante realizada durante esas bodas se llamaba “saqueo de cacerola”. Esto suponía una continuación en Anatolia de la tradición de “toy con saqueo” del clan Oğuz. Los saqueos de cacerola y banquetes dados en las bodas de algún miembro de la dinastía otomana se cuentan con todos sus detalles en los archivos históricos. Entre ellos existen también miniaturas que reflejan los saqueos de cacerola. Tradiciones como el saqueo de los recipientes de comida por parte de los invitados se nos aparecen como una antigua costumbre turca.

En los saqueos de cacerola se servían generalmente sopa de almendras, arroz, carne y dulces. Los ingredientes más usados en los platos fueron la mantequilla, el azafrán y azúcar. Y eso muestra que se ofrecieron más los dulces típicos como helva y zerde. Miles de personas que acabaron de comer sus platos volvían a casa llevando consigo los recipientes, es decir las cacerolas.

 

Helva

 

El helva, que era el postre principal en las bodas otomanas, se preparaba en muchas ocasiones en la cultura turca. Desde el parto hasta la muerte, tuvo su lugar en la cocina turca. Actualmente se sigue preparando el helva después de la muerte de una persona para conmemorarla. En la cultura turca cada evento alegre o triste se comparte con algo dulce. Helva con pistachos, de harina o sémola se come también en las bodas y en el día 40 tras la muerte de una persona. La distribución de helva significa el compartimiento con otros tanto de la tristeza como de la alegría. Hoy en día existen en Estambul todavía restaurantes que preservan de pie las tradiciones de la culinaria otomana. En las tradiciones y costumbres de los turcos siempre es muy importante recibir bien al huésped, ofrecerle de comida y tratarle con una sonrisa.

Acaban de leer el programa preparado por la Docente Doctor Fatma Ahsen Turan del Departamento de Filología Turca de la Facultad de Letras de la Universidad Gazi en Ankara.



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