Costumbres y Tradiciones de los Turcos (35/2014)

Las fundaciones que tuvieron un papel elemental en el desarrollo de la cultura turco-islámica, tienen una importancia para garantizar la justicia social entre personas

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Costumbres y Tradiciones de los Turcos (35/2014)

Cada sociedad tiene una serie de normas y sistemas en el tema de la asistencia y cooperación de acuerdo con su estructura social y cultural. En las comunidades musulmanas, las fundaciones son la forma más perfecta de la ayuda institucionalizada.

La fundación es la puesta al servicio de la humanidad una parte del dinero ganado por los ricos creyentes. El nacimiento del espíritu de la fundación se basa en los principios islámicos. La razón de crear una fundación es pedir acercarse a Alá. El hadiz del profeta Mahoma (La paz sea con él) dice: “el más bondadoso es el que ayuda a otros”. Las fundaciones que sirven para que podamos ser creyentes buenos compartiendo y ayudando a los otros son instituciones que hacen vivir las buenas obras de la persona después de su muerte.

Cuando la evaluamos dentro del derecho islámico, la fundación es garantizar el uso de una propiedad de forma que se transfiera al beneficio de la humanidad con tal de que no forme parte de la propiedad de otros. Los servicios de la fundación se documentan por medio de un acto jurídico.

Las fundaciones son las ONGs que operan en cada área de la sociedad. Actualmente, las fundaciones ofrecen muchos servicios del estado al uso público. Se trata de una actividad de asistencia continua en el sistema de una fundación.

En el período selyúcida había fundaciones establecidas por los reinantes, Kaikaus I, Kaikubad, Kaikosru II y III. También existían caridades creadas por los visires, clérigos y mujeres palaciegas. Las fundaciones eran subvencionadas por dos fuentes principales. Las primeras eran las fundaciones formadas por la cúpula del estado (sultanes y miembros de la Dinastía Otomana). A partir del sultán Orhan, los sultanes otomanos y otros hombres de estado formaron numerosas fundaciones. Casi la totalidad de las instituciones como mezquitas, madrazas, hospitales, moradas, baños turcos, fuentes y puentes fue construida como una bondad caritativa por parte de los reinantes y otros círculos administrativos. Para que se sustentaran económicamente estos sitios, se donaron propiedades como caravasares, comercios, terrenos y jardines para cubrir los gastos.

El segundo recurso del sistema de fundaciones son las fundaciones establecidas por personas que deseaban hacer la bondad ayudando a otros a fin de estar cerca del Creador. Aunque sus presupuestos eran muy escasos, su número era abundante. Las fundaciones formadas por caridad y sus servicios públicos vivieron durante siglos. Una persona tiene que ser mayor de edad, libre y poseedor de una propiedad para hacer donación. Las propiedades de una fundación no se podían adjudicar, transferir o heredar. Ni el sultán podría intervenir en el funcionamiento de una fundación.

El profesor Yusuf Halaçoğlu precisa lo siguiente sobre las fundaciones otomanas: “Las fundaciones que tuvieron un papel elemental en el desarrollo de la cultura turco-islámica, tienen una importancia para garantizar la justicia social entre personas. Además, los servicios que los ayuntamientos asumen en el día de hoy fueron desarrollados por las propias fundaciones. El sistema “imaret” (hospederías) que exponen de la mejor forma el nivel social del estado otomano era lo más preponderante entre las fundaciones. Los “kulliyes” demostraron la habilidad y superioridad de los turcos en hacer ayudas, ciencias, artes y organismos religiosos.”

Las fundaciones desarrollaron la vida social y económica de los otomanos. No había ni un lugar donde no hubieran servido las fundaciones. Formaron tantas fundaciones para hacer hospitales, madrazas, bibliotecas, posadas, baños, casas de beneficio, mezquita, caminos, aceras, fuentes y pozos. Gracias a las fundaciones, el estado educó a muchos científicos valiosos en las instituciones educativas. También crearon fundaciones para empleos, instruir a lacayos, casar a los solteros y las solteras, hacer ayuda monetaria a los pobres, viudos y huérfanos, proteger a los animales, suministrar becas para alumnos, mantener limpias las calles y curar a los pacientes mentales con la música. Además de ellas hay otras que sorprenden a todos por sus motivos de creación: salvar a los prisioneros, pasear a los niños, cuidar gratuitamente de los pacientes, cuidar de las cigüeñas que no pueden emigrarse, repartir verduras y frutas, cuidar de barqueros y porteros envejecidos, amamantar a los bebés, comprar carne para los pobres, asegurar la protección de los caminos y ayudar a los pájaros que no pueden alimentarse en la nevada, hasta formaron fundaciones para quienes no podían escribir nada porque se les agotaba el tintero. Ésta fundaciones fomentaban la alfabetización.

En los archivos de la Dirección General de Fundaciones se encuentran 26.000 fundaciones registradas, 2309 de ellas fueron formadas por las mujeres. Las fundaciones y sus servicios explican la filosofía de la sociedad otomana.

Por Fatma Ahsen Turan

Académica del Departamento de Lengua y Literatura Turcas – Universidad de Gazi, Ankara


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