El Cráter Blanco: un tesoro natural escondido durante cientos de años en la cima de un volcán

AA- El lago del Cráter Blanco (también conocido como Kawah Putih) se formó después de la segunda erupción en el siglo XII del volcán Patuha, ubicado en la provincia de Java Occidental, en Indonesia. El cráter de este volcán, ubicado a 47 kilómetros al sur de la ciudad de Bandung, fascina a miles de turistas gracias a sus paisajes que parecieran fuera de este mundo.

Ubicado a una altitud de 2.434 metros sobre el nivel del mar, el lago del Kawah Putih es una de las atracciones turísticas más importantes del país para los visitantes locales y extranjeros. Desde el año 1600 no se ha registrado actividad relevante en el volcán Patuha, siendo así un lugar seguro para visitar en la actualidad.

Las terrazas de observación creadas alrededor del lago del Cráter Blanco ofrecen vistas increíbles de la salida y la puesta del sol. Por tal motivo, no es extraño ver parejas con sus trajes de bodas inmortalizando sus compromisos.

El lago del Cráter Blanco fue descubierto en 1837 por el geólogo germano-holandés Franz Wilhelm Junghuhn. Durante esa época, Indonesia era una colonia holandesa y los lugareños temían subir a la cima del volcán debido a la muerte de las aves que volaban sobre él y porque se creía que era el lugar de encuentro de los espíritus de sus antepasados.

Luego del descubrimiento. la administración colonial construyó una mina de azufre, pero la cerró después de un tiempo debido a las grandes emanaciones de azufre del volcán.

Los turistas que visitan el muelle del Kawah Putih, que se extiende hasta la mitad del lago del Cráter Blanco, tienen prohibido permanecer en el área por más de 15 minutos debido a la concentración de azufre, que puede llegar a dificultar la respiración.

El supervisor de la instalación del Cráter Blanco, Ari Kurniawan, afirmó en declaraciones para la Agencia Anadolu que el lago del cráter es uno de los lugares favoritos para los turistas locales y extranjeros en los últimos años debido a que la infraestructura del lugar da a los visitantes la oportunidad de deambular fácilmente alrededor del lago y la cima del volcán.

Kurniawan señaló que a partir de junio el lago volvió a recibir una gran cantidad de visitantes gracias al levantamiento de las restricciones para contener la propagación del coronavirus (COVID-19) en Indonesia. El supervisor señaló que una gran cantidad de visitantes llegaban en las primeras horas de la mañana para ver el amanecer desde las terrazas de observación ubicadas en la cima del volcán.

Uno de los visitantes del Cráter Blanco, Geraldi Christian Chandra, afirmó que viajó al lago desde la capital, Yakarta, “ya que es un lugar en el que se puede mantener fácilmente las medidas de distanciamiento social y debido a la excelente vista del lugar”.

(Agencia Anadolu)