Agenda de Turquía y del Mundo (30/2014)

Los asaltos aéreos iniciados el 12 de julio por Israel contra Gaza se convirtieron en una operación terrestre voluminosa en los próximos días. Por supuesto que este adelanto aumentó la violencia y el nivel de las masacres. En el sentido real surgió un proceso de ocupación. De esta manera, parece que se haya entrado en un nuevo proceso el problema israelo-palestina. Israel logró ocupar otra vez más Gaza que había ocupado en 1967 y de donde retiró sus soldados en 2005. Los primeros resultados de la ocupación son la matanza de centenares de palestinos inocentes, la destrucción de las viviendas y ciudades, el herimiento de miles de personas y otras perdidas morales y materiales.

La dimensión más dolorosa de este desastre es que todo el mundo no pueda parar esta brutalidad, fuera de algunos estados y comunidades, a pesar de los asaltos crueles de Israel. Mientras Israel está matando a las personas con toda su fuerza, el supuesto mundo civil no lo reacciona. Las presupuestas organizaciones de seguridad y de derechos humanos no adoptan una postura. Especialmente las Naciones Unidas, la Unión Europea, el Consejo Europeo, la OTAN y otras muchas organizaciones se quedan callados. Por otro lado, el mundo y las comunidades islámicos no puedan poner una marcha una acción que podría parar la brutalidad israelí. Las mayores organizaciones del mundo islámico, la Organización para la Cooperación Islámica y la Liga Árabe siguen quedándose indiferente. Por supuesto que el panorama no es tan profundo. Se organizan protestas, acciones y reacciones locales en muchos lugares del mundo contra los asaltos israelíes. Se debe aceptar que Turquía encabeza estas protestas. Los autorizados turcos desde el nivel máximo hasta el mínimo ofrecieron declaraciones que condenan a Israel. El primer ministro, Recep Tayyip Erdoğan, y los miembros del gobierno reaccionaron duramente a Israel. También el presidente, Abdullah Gül, reprocharon a un nivel más oficial. Las organizaciones no gubernamentales organizaron manifestaciones en frente de la Embajada y el Consulado de Israel. Los representantes de los cuatro partidos políticos en la Gran Asamblea Nacional de Turquía (TBMM, en turco) publicaron una declaración que condena a Israel. Por supuesto que llegaron algunos críticos de algunos países del mundo. En algunas ciudades en EEUU y Europa se efectuaron manifestaciones con masiva participación. Además, en una de estas manifestaciones, los judíos religiosos realizaron acciones contrarias a Israel. Llamó la gran atención que un religioso judío norteamericano expresó que Israel es un estado ilegítimo.

Los asaltos israelíes y las reacciones ineficaces tienen una razón muy básica lo que es la discriminación del sistema mundial a favor de Israel. El sistema mundial cuyos fundamentos fueron echados después de la Segunda Guerra Mundial y que continúa desarrollando, se procesa de acuerdo con el prejuicio de la supremacía del estado israelí. Los estados y las comunidades occidentales, y las organizaciones internacionales bajo el dominio de los mencionados siempre hacen caso omiso de los asaltos israelíes. El sistema económico internacional, las redes mediáticas, además la educación, el deporte, arte, la cultura, el sector de armamento y la presupuesta comunidad internacional siempre tienen el prejuicio de que se apoye a Israel. El estado israelí, de hecho, es como el “niño artificial” y “matón mimado” del sistema mundial, que además tiene la inmunidad pese a todas las violaciones.

Estas alegaciones se basan en las evidencias concretas. A saber, el estado israelí se fundó según la ideología de sionismo con la decisión del número 181 de la fecha de 1947 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En otras palabras, Israel se formó con la decisión a fuerza de las Naciones Unidas bajo el dominio de los países occidentales, no de forma natural. Por eso, es “artificial”. Por otro lado, el sistema mundial siempre se queda callado a pesar de que Israel lanza asaltos ilegales a partir de su fundación. Y por eso, es “mimado”.

En este contexto, las opiniones de los actores activos del sistema mundial a favor de Israel y en contra de los palestinos constituyen una dimensión importante. Si es necesario decir francamente que existe un entendimiento especialmente en el mundo occidental que Israel es un pariente “inocente” y “necesario a protegerse”, pero son “peligrosos” los palestinos. Por este entendimiento general, Israel siempre es “justo” y los palestinos siempre son “injustos” a pesar de que no hacen nada. Esta percepción general mundial adopta una postura partidaria a Israel automáticamente contra este tipo de incidentes.

Finalmente, una dimensión fatídica de este problema es la situación triste del mundo islámico que parece un “elemento inerte” del sistema mundial. Los países islámicos con una población de más de 1,5 mil millones de habitantes, que cuentan con una geografía muy importante y las culturas y los valores económicos, demográficos e históricos, por desgracia quedan insuficientes sobre la cuestión palestina. Ni una masa musulmana de 1,5 mil millones ni los estados dirigidos por ellos ni las organizaciones internacionales y civiles pueden crear una solución. Porque, el mundo islámico no puede cambiar su posición desventajosa en el sistema mundial ni puede impedir los conflictos y las separaciones en sí mismo ni puede obtener una posición activa en las relaciones internacionales. Una de las otras razones son los errores y las faltas serios de los países islámicos en sus políticas exterior e interior. Los errores políticos sobre los temas regionales tal como Siria e Irak en los últimos tiempos desempeñaron un papel en el nivel triste de la cuestión palestina. El fracaso de la Primavera Árabe, el golpe de Sisi en Egipto y el intento de eliminar los Hermanos Musulmanes se hallan entre estos factores.

Acaban de leer las valoraciones sobre el tema del Prof. Dr. Ramazan Gözen, el catedrático del Departamento de la Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Marmara de Estambul.