Agenda de Turquía y del Mundo (22/2014)

Erdoğan se dirigió a la colonia turca en Alemania

77527
Agenda de Turquía y del Mundo (22/2014)

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan, cumplió con una visita de un día a la ciudad alemana de Colonia el pasado 24 de mayo de 2014. La agenda de Erdoğan estuvo dominada por el programa del 10° Aniversario de la Fundación de la Unión de Demócratas Turco-europeos y el encuentro con la colonia turca en Alemania en el Lanxess Arena de Colonia con capacidad de unas 18 mil personas. Algunos grupos concentrados en Colonia se manifestaron a Erdoğan y su visita a Colonia. El catedrático del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Yıldırım Beyazıt en Ankara el Prof. Dr. Ramazan Gözen resume en lo siguiente los puntos más destacados en la visita de Erdoğan:


Las relaciones entre Turquía y Alemania no son relaciones internacionales ordinarias. Porque más de 3 millones de ciudadanos turcos viven en Alemania, mientras que Turquía cuenta con unos 80 mil alemanes. Las intensas dimensiones humanas, sociales, económicas, comerciales, históricas, estratégicas y científicas entre ambos países hicieron que los mismos sean dependientes uno del otro. Esta recíproca dependencia tiene el potencial de afectar la tranquilidad, la paz y la estabilidad de las partes. Este potencial puede provocar competición política y tensión entre las partes. La última visita de Erdoğan sobresalió en este sentido. Pues, algunos periódicos y políticos alemanes lanzaban críticas muy graves contra el Gobierno de AK (Partido de la Justicia y el Desarrollo) y Erdoğan por los sucesos del Parque Gezi en Estambul.
El presidente germano, Joachim Gauck, en su discurso en Ankara, había criticado sobre la democracia y el gobierno turcos. Incluso, habían surgido algunas noticias de que algunos centros en Alemania provocaran los sucesos en Turquía.


En realidad, el viaje del premier turco a Colonia fue una respuesta a todo eso. Erdoğan, en su discurso en el Lanxess Arena de Colonia, rechazó fuertemente todas las intervenciones y subrayó que Turquía ya no es como antes. Expresó que los actores arrogantes dentro o fuera del país no pueden 'disciplinar al lanzar sus dedos'. Erdoğan, con estas declaraciones, lanzaba advertencias a las potencias interiores y exteriores que apoyan especialmente los sucesos de Gezi, la posterioridad del accidente minero en Soma (Manisa) y al final las manifestaciones en Estambul.
No se debe hacer caso omiso la fuerza potencial y la influencia de Turquía en Alemania. En realidad, la estabilidad de la comunidad turca en Alemania es también la estabilidad de Alemania. El que esta masa se mantiene en armonía y paz está bajo la iniciativa de los gobiernos turcos a una cierta medida. Por esta razón, la canciller alemana, Angela Merkel, llamó a Erdoğan a la serenidad. Y Erdoğan, al cumplir con este ruego, habló de las cosas de importancia, positivas y constructivas. Erdoğan no habló de manera estricta para ocasionar un conflicto entre sus partidos y opositores, poner en riesgo las relaciones germano-turcas o tensar la actual situación. Al contrario, se aludió a la cooperación con visión de futuro entre Turquía y Alemania. Subrayó que Europa no puede tener estabilidad sin Turquía. En este sentido, recordó la importancia de la adhesión de Turquía a la UE. Además pidió que los turcos en Alemania se integraran en la sociedad al aprender el alemán, pero exigió al mismo tiempo que protegieran su cultura. A la vez se refirió a la cooperación entre las civilizaciones y resaltó el peligro de Islamofobia, el antisemitismo, el racismo en Europa. En realidad, todos estos discursos demostraban la cara de Turquía hacia la UE y el Occidente.


Erdoğan no evitó a criticar la UE. Exclusivamente consideró equivocadas las posturas de la UE y los países occidentales que apoyan el golpe en Egipto. Además apuntó que Alemania y los países de la UE, que critican las cuestiones de democracia en Turquía y otros países, no pueden criticar el gobierno de golpe en Egipto. Resaltó que el Gobierno golpista de Sisi pasa por alto las masacres simbolizadas tras la matanza de la chica Asma.


Aunque esta visita sobresalió por las afirmaciones de Erdoğan, en realidad estaba relacionada con el futuro de las relaciones entre Turquía y Alemania. El jefe del Ejecutivo turco hizo énfasis que los vínculos turco-alemanes, como en el ejemplo de países desarrollados y menos desarrollados, no deben ser una relación entre inferiores y superiores. Y mostró que las partes están al nivel igual para influir una a la otra.


Se debe aceptar que Turquía y Alemania están integrados hasta no renunciar uno al otro. Sin embargo, esta integración se debe reforzar con el recíproco respeto, igualdad, entendimiento y empatía. El camino más corto de eso es la culminación de las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE. Pese a que no aparece una adhesión de pleno derecho en esta fase por la coyuntura política, al menos no se debe romper el proceso. Hace falta que se refuercen de nuevo el “Diálogo entre Civilizaciones” y “No es Posible una Europa sin Turquía”, impulsados por todas las partes hace unos 7 años. Esta obligación no está válida solo para la UE o la parte alemana, sino para Turquía y Erdoğan. El Gobierno de Erdoğan debe reanimar el proceso de adhesión de Turquía a la UE pese a todos los obstáculos. Tal como en las relaciones humanas, crece la probabilidad de salir de problemas y crisis siempre y cuando se acerquen las partes en las relaciones internacionales.


Cuando se mira desde este punto de vista, es muy natural que surjan crisis entre Turquía y Alemania. No obstante, no se debe omitir que ninguna crisis es permanente y es solucionable por los administradores racionales. Tanto en Alemania como en Turquía existen fuertes liderazgos capaces de resolver esta crisis para que se restablezcan confianza y entendimiento recíprocos.

 


Etiquetas:

Noticias relacionadas