Tensión entre Turquía y EEUU

Análisis de Can ACUN, investigador de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad (SETA)

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Tensión entre Turquía y EEUU

Observamos que la tensión producida recientemente entre Turquía y EEUU tienen razones estructurales y coyunturales. En término estructural, sobresale que EEUU muestra esfuerzos para entablar relaciones pasivas y asimétricas con Turquía a partir de su adhesión a la OTAN en 1952. Si bien, el hecho de que Turquía sigue una diplomacia independiente particularmente tras el mandato del Partido de la Justicia y el Desarrollo (Partido AK) teniendo una posición centrada en sus intereses aún no se ve por buenos ojos por parte de EEUU. Por el aspecto coyuntural, el hecho de que EEUU insiste en no extraditar a Turquía al cabecilla de la Organización Terrorista Fetullahista (FETÖ), Fetullah Gülen, no iniciar un proceso judicial dándole al contrario libertad de vida en Pensilvania es uno de mayores asuntos que provocan la tensión de los vínculos bilaterales.

No es aceptable para Turquía que EEUU actúe conjuntamente con el YPG, la ramificación de la organización terrorista PKK en Siria, dándole entrenamiento, suministrar armas y describir como aliado local. Es que tan extensión del PKK en la frontera sureña de Turquía constituye una amenaza nacional para Turquía. En adición a esta tensión entre dos países se vive la crisis de Brunson (el pastor estadounidense Andrew Brunson) y los misiles F-35.

Los miembros del Senado de EEUU mencionaban recientemente sobre el arresto domiciliario de Brunson y la compra de Turquía de los sistemas de defensa aérea S-400 a Rusia. La Casa Blanca también insistía en la liberación de Brunson como los miembros de senado. Por lo tanto, el presidente norteamericano, Donald Trump, pidió la liberación de Brunson durante sus diálogos con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. Además, Trump transmitió mensajes sobre este asunto a través de su cuenta social en Twitter.

El pastor estadounidense Andrew Brunson, quien vive en Turquía, se condena por su vinculación con la FETÖ y PKK tras la fallida intentona golpista de la FETÖ del 15 de julio.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, para no perder el apoyo de los circuitos evangelistas y consolidar a sus electores en EEUU, demandó a Turquía la puesta en libertad de Brunson, cuyo proceso judicial no ha llegado a su fin desde hace dos años. Además, amenazó a Turquía con imponer sanciones en el caso de no ser extraditado a su país.  Justo después, Trump apoyó la declaración de Pence reiterando las amenazas contra Turquía. Por su parte, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavuşoğlu, expresó que no aceptan las imposiciones de EEUU contra Turquía, que el citado proceso judicial se marcha independientemente y que las demandas de EEUU contradicen con la independencia de la justicia.

Las sanciones contra los ministros turcos del Interior y de Justicia se sumaron a las decisiones de EEUU sobre sanciones contra Turquía y se impuso una parcial limitación de créditos. Tras esta decisión, empezó la guerra económica de EEUU contra Turquía. Los mercados turcos y los tipos de divisa empezaron a ser manipulados con especulaciones. La lira turca perdió valor ante los ataques económicos. El Banco Central de Turquía tomó importantes decisiones y logró detener la pérdida de valor de la lira turca. La tasa de cambio de dólar, que superó 7 liras, cayó por debajo de 6 liras en dos días.

En los días y horas cuando estaban profundos los ataques económicos contra Turquía, el ministro de Hacienda y Tesoro, Berat Albayrak, reveló los principios de nuevo modelo económico. En el momento del anuncio, el presidente norteamericano, Donald Trump, declaró duplicar aranceles al acero y aluminio contra Turquía. Aunque esta declaración de Trump afectó considerablemente el tipo de divisa, la lira turca consiguió recuperarse en poco tiempo. Es llamativo que mientras Trump impone sanciones contra Turquía, por otra parte, mantiene guerra económica contra China. Tras la decisión de Trump, China anunció que importará aluminio y acero con las unidades monetarias locales a Turquía y Rusia. Los países como Irán y Rusia hicieron declaraciones de apoyo a Turquía.  

Sin embargo, la postura de la Unión Europea, el mercado más importante a escala económica por el aspecto de Turquía, fueron bastante importante contra las sanciones de EEUU. El bloque comunitario y especialmente Alemania declararon que no desean que Turquía debilite económicamente y pidieron mantener sus relaciones con el país euroasiático. En caso de que Turquía viva una crisis, los países de la UE se afectarán mayoritariamente por esta crisis. Es que el desplome de la lira turca tuvo impactos negativos en las bolsas de Europa. La UE se preocupa por la posibilidad de crisis en Turquía puesto que los bancos de Italia y España dieron mayor cantidad de créditos a Turquía.  



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